Tinder cumple este lunes una década en la que ha revolucionado el mundo de las citas al convertir la búsqueda de pareja en una especie de "juego" en el que los usuarios encuentran pretendientes deslizando el dedo a la derecha, si alguien te gusta, o a la izquierda, para pasar al siguiente perfil.
"Tinder abrió la puerta a otros tipos de aplicaciones similares basadas en GPS, pero también hizo que las aplicaciones de citas que no estaban estructuradas de esa manera adoptaran esa estructura de deslizamiento en sus aplicaciones", señaló Shantel Buggs, profesora del departamento de sociología de la Universidad Estatal de Florida.
Según informó la aplicación de citas a la agencia EFE, a lo largo sus diez años han tenido 500 millones de descargas y más de 70.000 millones de "matches" (emparejamientos) en todo el mundo.
La plataforma, además, señaló que los deslizamientos o "swipes" (una especie de "me gusta/no me gusta") han llegado a superar los cuatro mil millones en un solo día.
De acuerdo con Tinder, la mitad de sus miembros pertenecen a la generación Z (personas entre 18 y 25 años).
Un juego de "entretenimiento"
Asimismo, la experta resalta que el hecho de deslizar de un lado para otro no solo facilita usar la aplicación, sino que la convierte en un tipo de juego o pasatiempo.
Aldy, una veinteañera asentada en Nueva York a la que se le consultó sobre el tema, señaló que muchas veces usa la aplicación como si no estuviera mirando a perfiles de personas reales.
"Deslizas y vuelves a deslizar, es casi como estar jugando a Candy Crush", comentó la joven haciendo referencia al juego para teléfonos en el que hay que unir los caramelos del mismo color.
Por su parte, Pilar, de 22 años, cuenta que en ocasiones ha usado Tinder como un juego entre sus amigos: por ejemplo, hay que beber cada vez que sale la foto de un hombre pescando o cuando alguien del grupo consigue un "match" (conexión entre dos usuarios en la que se permite empezar una conversación).