Sandy Schreier ama la moda desde que tiene memoria. Desde muy chica empezó a coleccionar vestidos. No le interesa usarlos sino admirarlos como una obra de arte.
Hoy se inaugura en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York la exhibición In pursuit of Fashion: The Sandy Schreier Collection. La protagonista es Sandy Schreier, una estadounidense octagenaria que desde hace años sueña con mostrar su colección de vestidos en el MET. Ochenta de las 165 piezas de Alta Costura que la coleccionista donó a la institución estarán expuestas en los salones hasta mayo de 2020. "Tengo miles, pero entre esas están algunas de mis favoritas", confesó Schreier.
Su acervo incluye piezas de las firmas más famosas del siglo XX: desde Paul Poiret y Mariano Fortuny hasta Karl Lagerfeld, por nombrar algunas. Fue armando su colección -probablemente la más grande del mundo- comprando no sólo ítems de grandes diseñadores y firmas reconocidas sino también de jóvenes talentosos y marcas incipientes.
Además, quienes se enteraban de su pasión por la moda muchas veces le hacían llegar prendas y accesorios como regalo para incrementar la colección. Así consiguió, por ejemplo, el vestido de malla metálica con el que Twiggy posó para Richard Avedon (la toma fue publicada por Vogue en 1967). Cuentan que fue la modelo quien se comunicó con Schreier para ofrecerle el vestido. Alguien le hizo llegar un modelo de Fortuny porque se enteró de su amor por la Alta Costura en un programa de televisión.
El famoso vestido con el que Twiggy fue fotografiada para Vogue en 1967. 
Sandy Schreier recibió de regalo este modelo de Fortuny y Madrazo
A pesar de tener unos 15 mil vestidos, valora la historia de cada una. Tanto, que declaró que la peor crítica que podría recibir la muestra es que alguien comente que se trata de "una mujer rica que compró un montón de lindos vestidos". Nada más alejado a su relación con los mismos: ¡está cerca de considerarlos sus hijos!
"Mientras más tengo, más quiero y más fascinada estoy con ellos", reveló tras contar que le había pasado lo mismo con sus hijos. "Después de que nacieran los dos mayores (varones) mi marido me dijo que nuestra vida estaba completa. Y yo respondí que no, todavía necesitábamos dos niñas", contó.
Patrick Kelly, el look es de su colección de invierno de 1988. 
Vestido de Yves Saint Laurent para Dior (1958). 
Túnica de Gilbert Adrian, original de 1945. 
Madeleine & Madeleine, circa 1923. 
Un diseño del káiser Karl Lagerfeld para Chloé, de la colección de verano de 1984. 
Diseño de Cristóbal Balenciaga, de su propuesta estival de 1961.
La coleccionista colabora con el MET desde hace más de 25 años. Y ya hace más de una década comenzó a trabajar para concretar esta donación. Su aporte, según los directivos del museo, permite acceder desde un lugar muy particular a la moda como objeto de arte.
Vista de la exhibición. 
Cada rincón muestra diferentes estilos. 
Vista de la exhibición.
