"¡Cómo no voy a hablar! El mundo entero está llorando, y a mí me emociona mucho ver a la gente, me emociona ver a la policía, que está cuidando la entrada del club, llorando. Eso es lo que provocaba Diego, que era un ser excepcional cuando estaba bien. ¡No entiendo cómo no se pudo curar esas adicciones siendo la persona más famosa del mundo!", arrancó diciendo Susana Giménez (76) en una tarde en la que no dudó en repasar sus anécdotas con el gran Diego Armando Maradona.
"Nosotros fuimos muy amigos, pero cuando yo me incliné un poquito por Claudia, él se enojaba y me mandaba cosas que me hacían reír porque no llegaban a nada, pero ahora estábamos bien, estábamos amigos, pero me hubiera gustado tanto decirle cuánto lo quise".
"Él era muy generoso, ¡era divino! Un día me dijo: 'Qué lindo lo que tenés puesto en el cuello, ¿qué es? Porque se lo quiero regalar a Claudia'. Se lo dije, y un día vi que ella venía con el brillantito de Tiffany's. A mí se me perdió esquiando, y cuando él se enteró, a la semana me trajo una cajita para mí. Él tenía esas cosas, esos gestos maravillosos".
"Tengo fotos de mis cumpleaños en Mar del Plata con él de veinte años, que tenía esos rulitos y era tan pero tan lindo con esa carita, divino. No sé cómo no pudimos salvarlo de esa adicción los argentinos... Que antes era la droga y ahora era el alcohol. Se tomó como tres botellas, me dijeron. Estoy muy triste, creo que el mundo entero lo está llorando. Lo quise muchísimo y lo admiré como todos. Siempre lo vamos a recordar. Él era mucho más importante que un presidente, porque los presidentes pasan y él no pasó nunca. O sea, miren de dónde salió y adónde llegó".
"Él era brutal en la época en que lo recuerdo. Yo no lo quiero recordar mal. Quiero recordarlo con todos gritando en la cancha, dándole besos, siendo feliz con sus hijas y con esa mujer que lo amó con locura y que lo apoyó tanto. Es una pena que hayan terminado peleados... Bueno, pasa en todas las familias. No sé, me parece mentira. Ya sé que todos tenemos que morirnos, pero él era muy joven... e hizo todo lo posible para morirse. Porque tenía que saber cuando se despertaba que había estado mal. Y seguía y seguía, era muy raro. ¡Es muy joven 60! Pero sesenta muy vividos, mal vividos. Es una pena".
"Yo quiero mandarle un beso enorme a toda su familia, que lo amó siempre, y a todo el mundo, porque esto es tapa de los diarios del mundo entero. Era amado por el mundo entero. Era tan groso que parecía inmortal".