Se trata del dramaturgo rosarino Leonel Giacometto y su pareja, Pablo Robleda. Aquí, su palabra con GENTE: "Hace veinte días sufrimos un ataque en manada; estamos en un programa nacional de protección y hoy lo estamos pasando peor".
El dramaturgo Leonel Giacometo, su pareja, Pablo Robleda, y un amigo de ambos, Alan Cettour, están viviendo una odisea de terror tras haber sido víctimas de una serie de golpizas por parte de vecinos del Fonavi, en Rosario, mientras los hostigaban y les decían: "Putos de mierda, váyanse de aquí".
“Nos agarraron entre 5 (45 años edad promedio). Nos pegaban en el suelo. Me rompieron los lentes, no sé si perdí o me robaron. La cuestión no era robo, era odio. En fin. Dos veces fue, pegaron dos tiros al suelo, que se yo”, publicó Giacometto en las redes sociales.
"Por ahora, acá, en este barrio, somos tres las personas que nos atrevimos a hablar. No importa si los tres somos putos, si dos sí y uno no. La tolerancia es una mentira, y ser distinto, pensar distinto, vivir distinto es una actitud que decidimos enfrentar”, reflexiona Giacometto mientras asegura que "me fajaron por puto, drogadicto, sidoso". Esas fueron las palabras que escuchó mientras lo golpeaban.
Las víctimas de la homofobia por parte de sus vecinos del complejo habitacional de monoblocks hicieron tres denuncias penales contra sus agresores, pero ahora se quedaron sin trabajo y sin hogar. Pablo trabajaba en un almacén y Alan era repositor en un supermercado chino del Fonavi. Ambos debieron dejar sus empleos y viviendas por pedido de la Fiscalía.
"Nos pegaron en manada hace veinte días. Estamos en un programa nacional de protección y ahora lo estamos pasando peor", resume Giacometto su situación en diálogo con GENTE.
"Detectamos algo que nos empezaba a pasar: la cuestión de la revictimización y dar por real que uno no encaja en ningún lado, cuando en realidad es una maraña social- política-politiquera que se mueve con la Justicia, a la que a su vez no la estamos viendo moverse", señala el dramaturgo, mientras permanece en un hostel "en el que nos miran mal y nos vigilan".
Se les aplicó el programa provincial de protección a la víctima y ni siquiera pudieron ir a buscar sus pertenencias "por el riesgo que corríamos". Así que viven con lo puesto, como relata Giacometto, quien hace cinco años dejó todo y trabajó de sereno de un buque arenero.
Por eso es que, para mantenerse, están pidiendo ayuda económica a políticos, mientras tratan de adaptarse a su obligada nueva vida en el hostel donde residen temporalmente y tienen un custodio asignado por la Justicia.
"Estamos confinados y esto cada vez se alarga más. Tratamos de volver a la normalidad aunque no podamos volver al barrio", explica Alan, amigo de la pareja. Por su parte Pablo, novio de Giacometto, cuenta: "Estamos en un cuarto donde nos tratan mal y perdí los trabajos que tenía a medio hacer".
Por su parte, Argentores repudió "enérgicamente la agresión recibida por el dramaturgo y socio de nuestra entidad Leonel Giacometto, quien fue golpeado por un grupo de hombres en la ciudad de Rosario, en un acto que el autor denunció como de discriminación por su orientación sexual".
Tal como contó Giacometto, salió en defensa de su amigo y terminó golpeado. "Estoy mejor, todo dolorido. Encima que me fajaron, me rompieron los lentes. Me falta la billetera, no sé si se me cayó o qué", había contado el autor hace unos días en redes sociales.
La Asamblea Provincial de la Diversidad Sexual de Santa Fe también repudió la agresión y adelantaron que exigirán a las autoridades “la investigación e inmediata detención de los culpables para ser presentados ante la Justicia”.
Mientras continúa esperando en el hostel que todo mejore, Giacometto le dice a GENTE: "Espero recuperar todos mis diarios desde los 16. No veo la hora de tener eso".
