Desde Secreto en la Montaña, la icónica película de Ang Lee estrenada en 2005, 35 actores han sido nominados al Oscar por papeles LGTBIQ+. Sin embargo, ninguno de esos roles fue interpretado por actores pertenecientes a la comunidad. Este dato es solo una muestra de lo que mantiene viva la controversia alrededor de actores heterosexuales cisgénero interpretando personajes queer. Para Santiago Talledo, un actor gay que personifica a un personaje gay en ATAV 2, el debate es complejo y refleja desafíos más amplios en la industria y sociedad.
En su entrevista con Celeste Montanari para +GENTE, el actor habla de por qué hay que acompañar la libertad artística de responsabilidad social, priorizar actores LGTBIQ+ para mejorar la representación, y qué hace desde su lugar de escritor y productor para contribuir a una industria más inclusiva.
GENTE: ¿Cómo encarás la perspectiva LGTBIQ+ en tus propios proyectos como escritor y productor?
Santiago Talledo: Para mí siempre está bueno que la gente que ve que estás representando una persona LGTB pueda decir que el tema está bien tratado. Con mi productora en la pandemia hicimos una serie por Zoom para Flow que se llama Adentro, que escribí con Diego Vago, mi socio, y la dirigí. Cuando hablé con Mariana Genesio Peña para que participe le dije: “Mirá, quiero que la historia se cuente como a vos te gustaría que se cuente”. Es un hecho que la mayoría de las realidades de las chicas trans son difíciles, pero también es real que hay muchas chicas trans que trabajan, que son actrices, que se enamoran. Es la vida de una persona. Entonces, el personaje de Mariana se enamora de uno de los protagonistas y se muestra el romance de ellos. De hecho, a ella le da vergüenza presentarlo a sus padres.
G: ¿Falta contar otro tipo de historias con personajes trans?
ST: En Adentro, mostramos el conflicto de ella con respecto al amor. Su sexualidad era su sexualidad, y a él no le molestaba. El público no tiene por qué saber todo el trasfondo. Es una mujer que está enamorada de un hombre y punto. Y está bueno verlo de ese lado, porque no caemos en el cliché de la familia no acepta, la chica trans que tiene que ser prostituta. Siento que hay también otra realidad que está buena mostrarla porque si no siempre se muestra lo peor, o la victimización del colectivo. Se suele llevar siempre para un lado más vulnerable y sin embargo, o sea, somos personas y cada uno tiene su laburo y su talento y eso no cambia en relación a la elección sexual o a la identidad de género que tenga cada uno.
G: ¿Crees que en la industria del cine y las series hay inclusión real de las minorías? ¿Qué pasa con los actores heterosis interpretando personajes queer?
ST: Para mí, no. El otro día lo hablaba en una charla en el INADI en la que participamos con mi amigo Fede Ottone, que lo amo. Él es heterosexual y es el que interpreta a Carlos Jauregui en ATAV. Lo deschavé un poco en la charla con toda la gente porque, claro, participábamos personas trans, homosexuales, lesbianas y él era como el único heterocis que estaba ahí. Y lo que comentaba yo es que en ATAV, de los que interpretamos homosexuales, solo tres éramos actores gays, el resto eran todos heterosexuales. La industria cuando saben que un actor es homosexual siempre lo llaman para papeles de homosexual, entonces si vos estás haciendo una tira en donde hoy en día se ven más personajes del colectivo, poné actores y actrices del colectivo.
G: Lo ideal sería que cualquier actor pueda interpretar cualquier orientación, pero eso no sucede ¿No?
ST: Yo no digo que un gay no pueda interpretar a un heterosexual, pero si como productor no estás llamando a una persona gay para que haga heterosexual, no pongas a un hetero para que haga de gay. Que sea equitativo. Es mentira el estigma de que por ser gay no puedo interpretar a un heterosexual, pero muchos todavía tienen ese chip de antes. Yo lo viví muchísimo cuando era más chico, que me fui a grabar a Colombia y me dijeron “che, vos no tenés que decir que sos gay” porque protagonizaba una novela donde era el galán. Creían que si la gente de afuera se enteraba de que yo era gay se caía la figura del galán. Y no es así.