El 3 de septiembre, Santiago Maratea fue protagonista del Book de la semana de Para ti y habló de cómo se siente cuándo lo llaman “el influencer del momento” y de qué forma encara cada campaña solidaria que emprende, entre otros temas.
“La realidad es que yo me involucro en muchos proyectos cuyo objetivo es ayudar a otras personas y con un enfoque más social pero no todo lo que hice y hago tiene ese costado solidario”, explicó Maratea en la entrevista de Para ti.
Lo llaman El gladiador Gucci porque combina la solidad con el gusto por los grandes diseñadores y él asegura que ese apodo le sienta muy bien.
“Yo quiero derribar el mito de que, para ser empático, hay que vivir en la austeridad. Hay que ser bueno porque uno quiere serlo y lo es, no para mostrárselo a Dios. Hay gente que todavía piensa: “Soy bueno y Dios me vió, no importa si se enteró mi vecino”. Bueno, Dios no existe y el vecino sí entonces es mejor que el vecino sepa como actuás asi se contagia, te copia y repite tus acciones”, aseguró con total convicción.
Qué pasa cuando la gente deja de donar
Si bien no fue el caso de la campaña que inició para ayudar a los bomberos de Corrientes -que en 24 horas llegó a reunir más de 100 millones de pesos- , en algunas ocasiones, hay proyectos que tardan en concretarse y a Maratea se lo nota angustiado en sus hisotiras de Instagram.
“Ya aprendí que en todas las colectas hay un momento de frustración en la que siento que no avanzo o que lo hago demasiado lento. Me pasó con Emmita y también en el caso de la fundación para la infancia trans pero es algo que hoy tengo contemplado porque entiendo que es imposible conseguir millones de pesos o dólares sin pasar por un mal momento”, asegura el influencer.
“Mirá, yo lo comparo con correr: cuando lo hacés, tenés un objetivo, una meta a la cual llegar y sabés que, en el medio, vas a transitar varios momentos malos pero todos son pasajeros. Por ejemplo a mi, cuando corro distancias largas, me suele doler un hombro pero sigo, no paro, hasta que se me pasa la molestia. En las campañas solidarias ocurre lo mismo: es necesario que haya dificultades porque no puede ser simple juntar 2 millones de dólares. No sería normal”, explica con mucha serenidad.
-¿Pero llegás a pensar que no vas a lograr recaudar el dinero exacto y eso te angustia?
-¡Obvio que lo pienso! Suelen surgir problemas que no tuve en cuenta al comenzar, obstáculos inesperados y, cuando la colecta se estanca, entiendo que llegó el momento de reconfigurar la estrategia porque, algo de lo que planifiqué, no funciona y ahí siempre me planteo: “¿Lo lograré?”. Pero esos son los momentos en que la gente más colabora porque entiende que mi trabajo no es un show, es real, y que podemos llegar a no cumplir con el objetivo. Siempre la gente activa más cuando me enojo o lloro, son hijos del rigor… ¡Malditos! Los amo. (Se ríe)
Si bien este reportaje se hizo hace ya casi 6 meses no pierde actualidad: todo lo que dice Maratea tiene que ver con su forma de ver la vida y encarar cada una de las acciones.
