La tormenta de Santa Rosa, conocida por suceder el 30 de agosto, otro año más se hace esperar. Según lo anunciado por el Servicio Meteorológico Nacional durante toda la jornada de hoy se espera clima favorable, sin embargo a partir del 31 de agosto un frente frío comenzará a generar un descenso de la temperatura, acompañado de la visibilidad de nubarrones.
“Este sistema va a continuar desplazándose hacia el este en el transcurso de ese día, y entre el final del martes y la mañana del miércoles, la tormenta de Santa Rosa podría llegar a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y al sur del Litoral”, aseguraron las autoridades del Servicio Meteorológico.
Con lo cuál el primer día de las lluvias de Santa Rosa podrán percibirse intensamente el día 1 de septiembre. El nombre de estas lluvias primaverales hace homenaje a la primera mujer latinoamericana canonizada por la Iglesia Católica. Isabel Flores de Oliva, en 1615, encabezó una rogativa desde una iglesia, ante el posible desembarco de piratas holandeses. Sin previo aviso, una gran tormenta impidió que las embarcaciones se acercaran a tierra y así, la ciudad de Lima quedó salva. Los creyentes comenzaron a atribuir la presencia de la tormenta y la huida de los piratas al poder místico de Rosa.
Dejando la historia que dio origen a la tormenta de Santa Rosa, según los especialistas este evento climático puede presentarse ante la finalización del invierno en el hemisferio austral, unos diez días antes del 30 de agosto o unos veinte días después. Debido a que en invierno no pueden producirse tormentas convectivas, que son aquellas que aparecen en los meses de primavera o verano.