La española ha logrado poner la música española en lo más alto.
Rosalía quien arrasó en los Grammys, crea controversia entre seguidores y figuras públicas por sus declaraciones y actos.
La compositora fue la gran ganadora en la 20a entrega de los Latin Grammy, que otorga la Academia Latina de la Grabación. La española fue la más premiada en la noche, al obtener cinco categorías, entre ellas las de Álbum del Año y Mejor Canción Urbana.
Rosalía es la estrella musical más grande en lo que va de siglo XXI en España y es esa, justamente la razón por la que ha dejado unas cuantas controversias en el trayecto.
Generó debates que hacen a la industria cultural española finalmente adulta. Se ha pasado de hablar de Bisbal y del falso himno español de Marta Sánchez, a discutir sobre la apropiación cultural. Por ejemplo, un debate que artistas como Beyoncé llevan años suscitando en Estados Unidos pero que a esta industria musical –más humilde y monocromática– nunca había llegado.
A Rosalía no hay que reconocerle solamente sus triunfos discográficos sino que gracias a su controversial personalidad la industria musical española ha crecido.
La cantante con una publicación de solamente dos palabras “Fuck Vox” que generó polémica a días de las elecciones donde el partido Vox salió como tercera fuerza consiguiendo bancas.
Obvio que la respuesta por parte del partido político no se hizo esperar “Solo los millonarios, con aviones privados como tú, pueden permitirse el lujo de no tener patria”, una respuesta que sin duda generó más controversia todavía.
A Rosalía también se la acusa de apropiarse de la cultura gitana y andaluza en su tema “Malamente”
Y desde su publicación ha generado un larguísimo debate, a menudo enconado, sobre la apropiación cultural, la cultura gitana y de Andalucía.
La discusión no es nueva, tampoco es la primera vez que Rosalía se enfrenta a una polémica similar.
Pese a interpretar la mayor parte de su repertorio con dejos y acentos típicos del habla andaluza, Rosalía es barcelonesa
No ha nacido o vivido en Andalucía y tampoco emplea las particularidades fonéticas del andaluz en su día a día, como se puede apreciar en las entrevistas. Es un disfraz artístico.