La duquesa de Sussex participó de la inauguración de un taller de repostería. Al lugar fue vestida con jeans y zapatillas. Además no dudó en ponerse el delantal para ayudar.
El pasado viernes Meghan Markle asistió a un evento oficial. Se trató de la inauguración de una nueva sede de Luminary Bakery, un taller de repostería destinado a mujeres en situación de vulnerabilidad social en el este de Londres. Asociación que ya había visitado con anterioridad y de la que había publicado un artículo en British Vogue.
Hasta allí se acercó para compartir con dueñas y colaboradoras la emoción de este gran paso. Y no sólo eso, sino que lo hizo a su manera: rompiendo el protocolo. Meghan decidió vestir una elegante camisa blanca a rayas, un jean clásico y remató el look con zapatillas blancas. El relajado atuendo le sentaba muy bien y la hacía lucir verdaderamente cómoda.
Tanto es así que hasta se colocó un delantal y puso manos a la obra para colaborar con los retoques finales de una increíble tora de varios pisos. Markle ha demostrado en reiteradas oportunidades que está muy comprometida con las causas sociales, especialmente si están relacionadas a la temática de género. Es por eso que además compartió con las mujeres del lugar sus esperanzas, miedos e inseguridades.
“Nos acostumbramos a querer que las cosas se hagan de inmediato hoy en día. Hay una cultura de gratificación instantánea, de la solución instantánea. Pero no somos objetos mecánicos que necesitan ser reparados. Eres una criatura herida que necesita ser sanada, y eso lleva tiempo. Y eso es lo que me encanta de este lugar. Te da el apoyo para sanar", cerró reflexiva la duquesa de Sussex en su cuenta de Instagram.