Desde Miami, en exclusivo para GENTE, la pareja del momento también contó infidencias propias, aceptó un ping pong de personalidades y características y hasta lanzó una pícara respuesta a la pregunta: ¿Qué es lo que más le gusta hacer juntos?
“No tenemos TOCs ni manías. Tampoco somos celosos”, manifiestan Stefi Roitman (25) y Ricky Montaner (29). “Es la primera vez que no estoy celoso en una relación. A mí me encanta que a ella la vean sexy, no me molesta. Y si ella le da like a un famoso, no pasa nada”, abre el juego el músico.
“Coincidimos a la inversa”, dobla la apuesta la actriz, conductora y modelo. “Stef –avanza él– es transparente. Y dulce, pero con sex appeal. Una combinación interesante. Dulce y pícara. O sea, es dulce cuando quiere y picante cuando debe. También tiene una risa muy contagiosa”, la define Montaner.
“A mí Ricky me fue enamorando cada vez más –se sincera Roitman–. Porque al bombón sexy se suma un tipo generoso, caballero, leal con los amigos y la familia, súper espiritual y a la vez con los pies en la tierra. Yo le digo ‘chico malo’ por sus piercings, sus tatuajes, y en realidad es lo contrario, y eso me enamoró. Además, me consiente. Y me mata cómo conduce el jet ski. ¡Guauuuu! Un potro, un rey al volante”.
Tiempo de un ping pong de ¿quién es más... puertas adentro? A ver... ¿Dormilón? “Stefi”. ¿Malhumorado? “Ninguno. Nos despertamos full arriba, lo que resulta clave en la convivencia”. ¿Relajado? “Los dos”. ¿Gracioso? Ricky (“a la hora de las anécdotas todos lo rodean a él”) y Stefi (“por su ingenuidad”). ¿Paciente? Stefi. ¿Obsesivo? Ricky, “con su trabajo”. ¿Reflexivo? Los dos. ¿Aventurero? Stefi (“si hay que salir de campamento”) y Ricky (“si hay que mandarse a lo que sea”).
–¿Cuáles son las tres cosas que más les gusta hacer juntos?
Ambos: Uno, ver el atardecer desde el balcón.
S: Dos, pedirnos comida rica y disfrutarla delante de la tele.
R: Series serias como Big Little Lies e incluso los realities que no te dejan nada, tipo Too Hot to Handle y Love is Blind. Navegamos momentos de mucha tensión y necesitamos reírnos, sorprendernos, relajar, alivianar.
–¿Tres?
Ambos: ...
–¿Tres?
R: Cog...
S: ... Pará (le tapa la boca y lanza una carcajada).
–A propósito del tema, antes de casarse en febrero último Evaluna –su hermana, Ricky– y Camilo Etcheverry comentaron que llegaban vírgenes al matrimonio. ¿De más jóvenes ustedes pensaron alguna vez en tal posibilidad?
R: Lo pensé por un tiempo, cuando tenía como 15. Sigo creyendo que es lo ideal, por más que no llegara a ejercerlo, debido a mi forma de ser. Es más, sería una recomendación válida y acertada. A mí me fue inculcada esa visión. Siempre me rendí ante la curiosidad. Busqué conocer, conocerme... y la cagué. Lo intenté, pero mi hermana es más fuerte que yo.
S: En mi caso, si bien como judía siempre tuve mucha conexión espiritual, llegar virgen al matrimonio no es un tema que charlara en casa ni con amigas. Ahora, en referencia a lo de Eva y Camilo, la conexión que puede generarse a partir de su actitud y decisión me parece hermosa. Tampoco se trata de emular o no, sino de hacer lo que la persona o la pareja consideren mejor para sí.
R: Exacto. A mis 13, 14 años, ante el despertar a la turbulencia adolescente, mi papá me sugería: “Tranquilízate, Ricky. Tu mamá está preocupada de que en lo único que piensas es en chicas, y tal y tal... Y si no te tranquilizas, al menos disimula”. Siempre fui más rebelde, a la deriva. Mi hermano Mau es el polo opuesto, centrado. Pero agradezco a Dios cuándo y cómo fue lo mío. No hubiese querido buscar esas respuestas a los 40.
–¿Y a qué edad las buscó... bueno, las buscaron, ustedes dos?
R: Desde muy chiquito lo intenté, pero era tan chiquito que no tenía ni idea de lo que estaba haciendo (se tienta).
S: Si Ricky no lo dice... Más allá de cuándo, te contesto cómo debería ser todo debut sexual: con decisión propia, amor real, respeto y cuidado.
Fotos: Omar Cruz y Archivo Editorial Atlántida.
Agradecemos a Armando Lozano (ZZinc Group), Mariela Croci (The Sello), Sony Music Argentina y Guadalupe Casigno.