Hace tres semanas, el doctor Leopoldo Luque brindaba los partes médicos de Diego Armando Maradona después de que éste fuera operado por un hematoma subdural en la cabeza.
En aquel momento, sus palabras, las selfies con el ex futbolista y las conferencias de prensa indicaban que él había sido quién lo había intervenido dentro del quirófano de la Clínica Olivos.
Pero ahora, después de que el entrenador de Gimnasia y Esgrima La Plata falleciera a los 60 años tras un paro cardíaco, siendo el mismo doctor el que realizó la llamada al 911 para solicitar una ambulancia –a pesar de que no se encontraba en el lugar– surgieron nuevas versiones.
En Informados de todo (América), el periodista Mauro Federico relató que "la familia no quería intervenirlo" y que "una fuente inobjetable" le contó que "en ese momento (antes de la intervención) Víctor Stinfale, que no es médico, lo agarró al doctor Luque, se lo llevó a una parte de la Clínica de Olivos y le dijo: 'Vos no lo vas a operar, lo va a hacer otra persona'. O sea, él podía estar en el quirófano y en la conferencia de prensa, pero no podía tocarle un pelo, y no lo hizo. El neurocirujano que lo operó fue Pablo Rubino. Y en la conferencia de prensa, tras la operación, están Rubino y Luque sentados uno al lado del otro".
¿Quién es Pablo Rubino? Es un médico neurocirujano, docente adscripto a la UBA, miembro titular del Colegio Argentino de Neurocirujanos. En el plano internacional forma parte del Congress of Neurological Surgeons (USA) y de la Sociedad Brasileña de Neurocirugía.
Como si fuera poco, desde el 2011 se desempeña como jefe de la sección de Neurocirugía Vascular de la Fundación Favaloro, y desde el 2013 es subjefe del Servicio de Neurología del Hospital de Alta Complejidad El Cruce, de la provincia de Buenos Aires.