Diego Armando Maradona dejó un documento firmado en donde manifiesta su decisión de ser embalsamado, para poder ser exhibido al público en el futuro. Sin embargo, la familia decidió sepultarlo y el tanatólogo Daniel Carunchio, presidente del Instituto Argentino de Tanatología, explicó por qué no podría llevarse a cabo.
En diálogo con Confrontados (El Nueve), según Daniel es más difícil conseguir los elementos para embalsamar a Diego que llegar a tiempo a hacerlo. “Con la autorización de la persona yo ya puedo empezar el trabajo. Pero en este caso necesito una nota o una autorización de la fiscalía o del juzgado que intervino. Si la nota que circula está hecha por él y se comprueba con un perito calígrafo, con ambos documentos podemos trabajar tranquilamente”, afirmó.
El tanatólogo explicó que el procedimiento que Maradona pidió es más complicado que el que se hace en los velatorios para evitar el contagio de enfermedades, los olores o el derramamiento de líquidos. “En el caso de Maradona, lo que pidió él es un embalsamamiento definitivo, que además del procedimiento habitual también lleva una técnica de plastinación, es decir la inyección de alcohol y diferentes productos químicos que después se colocan en una cámara de vacío para fijar esos tejidos. Es un procedimiento más complejo y largo”, explicó.
Ante las preguntas sobre cuánto tiempo queda para trabajar sobre el cuerpo de Diego que, recordemos, fue sepultado el 26 de noviembre, Carunchio respondió: “Primero hay que ver en qué estado se encuentra. No te puedo garantizar en qué estado va a salir el cuerpo, porque según su estado serían los materiales que iríamos a utilizar. No te puedo especificar el precio. Me preguntaron en algún momento y yo dije 100 mil dólares, pero no hay cámara de vacío para hacer la técnica”.