Para crear la lista, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reconoce un total de 194 Estados soberanos y analiza diversos factores tales como la expectativa de vida, la alfabetización, la igualdad de género, la salud, la estabilidad financiera y la seguridad. Con todo eso se establece el Índice de Desarrollo Humano, que determina el nivel de vida digno de cada persona.
En esta lista, Noruega fue el país que quedó en primer lugar como el mejor del mundo para vivir. Su alta esperanza de vida, consecuencia de su eficiente sistema de salud pública, sumado a las posibilidades de encontrar un buen trabajo, con un buen sueldo, más el transporte público efectivo y económico, posicionaron al país escandinavo en el puesto número uno.
En segundo lugar quedó Irlanda, considerado uno de los lugares más seguros del mundo y con una esperanza de vida similar a la de Noruega.
El tercer puesto lo ocupa Suiza, con una alta expectativa de vida, siendo uno de los países en donde cada ciudadano tiene un poder adquisitivo que se cuenta entre los más altos del mundo.
El cuarto puesto es ocupado por Hong Kong y lo sigue Islandia en el quinto, ambos con alta esperanza de vida y escolaridad.
El primer país sudamericano en aparecer en el ranking es Chile. Argentina aparece tres lugares más abajo, en el puesto número 46. Más abajo, en el puesto 55, se encuentra Uruguay. Y Brasil figura en el lugar 84°.