Mario Ponce, tripulante de Aerolíneas Argentinas, fue el primer donante del Plan Estratégico que regula el uso de plasma de pacientes recuperados de Covid-19 con fines terapéuticos.
No sabe cuándo puede haberse contagiado la enfermedad, pero es no es lo que le importa ahora sino la posibilidad de hacer algo por los demás. Mario Ponce (63) tuvo los primeros síntomas entre el 24 y el 25 de marzo. Es tripulante de Aerolíneas Argentinas y la semana anterior había participado en dos vuelos de repatriación: uno de Miami y otro de Madrid. “Imputarle al vuelo el contagio no es justo”, dice Ponce.
Fue internado en la Clínica San Juan de Dios tras haber llamado a su obra social por diversos síntomas. Antes de ingresarlo -y ya en aislamiento completo- le realizaron hisopado, análisis de sangre, placa y una tomografía. Permaneció en la clínica del 3 al 10 de abril. Luego de la primera PCR negativa pudo volver a su casa.
“Vivo con mi esposa Elisabeth (62) y mis hijos. Los cuatro somos tripulantes. A ninguno de ellos le hicieron hisopado”, comenta sorprendido y casi con la certeza de que ellos también fueron infectados por el virus. “Sólo hacen el test cuando tenés algún síntoma que llama la atención. Ellos no tuvieron síntomas: tienen mejor estado que yo. Pero no hay manera de que no los haya contagiado”, concluye.
En cuanto se lo propusieron, avanzó con los estudios para convertirse en donante de plasma y este lunes asistió a la Fundación Hematológica Sarmiento para el proceso que tiene una duración estimada entre 30 minutos y una hora. “Ví que en Roma lo aplicaron a una mujer y zafó. Pensé, qué bueno irme a dormir sabiendo que quizás le salvé la vida a alguien. Me pregunto si será útil y creo que hoy es lo mejor que hay”, dice para explicar por qué decidió ser donante y sigue: “El tiempo es ahora. El año que viene habrá una vacuna y esto ya no será necesario”.
Mientras se ilusiona con esa idea, comenta su sorpresa por la cantidad de personas que vio cuando asistió a estudios previos a la donación. “Esto va a empeorar. ¿Qué hace la gente en la calle? Estamos viviendo algo extraordinario y debemos tomarlo con mucha seriedad”, reflexiona.