Los periodistas María Ressa, de Filipinas, y Dmitry Muratov, de Rusia, fueron distinguidos con el Premio Nobel de la Paz 2021. Ambos son comunicadores independientes que lucharon por la libertad de expresión frente a condiciones adversas en sus países.
Tal como comunicó el Comité Noruego del Nobel en Oslo, otorgó el premio a ellos por sus El Comité Noruego del Nobel en Oslo otorgó el premio a Ressa y Muratov por sus "esfuerzos para salvaguardar la libertad de expresión que es una precondición para la democracia y la paz duradera".
Según resaltó el comité, los galardonados recibieron el prestigioso premio por su valiente labor en sus países.
Además, señaló que Ressa y Muratov representan a todos los periodistas "que se pronuncian por este ideal en un mundo en el que la democracia y la libertad de prensa enfrentan crecientes condiciones adversas".
Los galardonados compartirán un premio que incluye un cheque de 1,1 millones de dólares.
Ressa, quien se mostró sorprendida por la distinción, centró su enfoque en la criminal campaña antidrogas del presidente Rodrigo Duterte en Filipinas, al tiempo en que Muratov lleva 27 años informando en el periódico independiente Novaja Gazeta sobre tópicos censurados por el gobierno ruso.
La labor de los periodistas independientes María Ressa y Dmitry Muratov, distinguidos con el Nobel de la Paz
El comité del Nobel afirmó que María Ressa utiliza la libertad de expresión para “exponer el abuso de poder, violencia y autoritarismo” en Filipinas. En 2012, la periodista cofundó Rappler, una empresa abocada a medios digitales para hacer periodismo de investigación.
Entre sus aportes se destaca la contribución de documentación de cómo las redes sociales difunden fake news e influyen en el discurso público y las investigaciones sobre la controvertida política antidrogas de Duterte.
Muratov, quien fundó el periódico independiente Novaja Gazeta en 1993, “defendió durante décadas la libertad de expresión en condiciones cada vez más desafiantes”, subrayó el Comité.
Su medio independiente se convirtió en fuente de informaciones relevantes que eran censuradas en su país y que "difícilmente son mencionadas en otros medios de comunicación". Tan valioso es su aporte a la hora de revelar la verdad de lo que ocurre en Rusia que incluso seis periodistas de la publicación fueron asesinados desde su fundación.
