Este martes 8 de abril se llevó a cabo una nueva audiencia en el juicio por la muerte de Diego Armando Maradona y se presentó un testimonio clave que podría cambiar el curso de la investigación.
Se trata del doctor Mario Schiter, ex médico del astro. En DDM (América TV) detallaron: "Participó en la autopsia del 10 y además, estuvo en los momentos claves. Participó en el procedimiento de la autopsia porque la misma Claudia lo convocó y dijo cosas importantes", comenzó diciendo Mariana Fabbiani.
Mientras que, el periodista Martín Candalaft agregó: "Dijo cosas fundamentales, un testimonio clave que se esperaba hace mucho tiempo en el juicio. Es un hombre que no solo como vos decías tuvo acceso a la autopsia, sino que estuvo a lo largo de la vida de Maradona, por lo menos a mediados de la década de los 90, en momentos críticos".

Y siguió: "Estuvo en el episodio de Punta del Este, estuvo en la clínica. Fue el hombre que preparó el avión sanitario, la internación a terapia intensiva dentro del avión para trasladar a Maradona a Cuba y que estuvo con él en gran parte de la internación".
Por otro lado, el periodista recordó: "Además, fue consultado cuando Maradona estaba por ser externado de la clínica Olivos. Antes de ir a la internación domiciliaria le consultaron a esta inminencia de la medicina qué tenían que hacer. Y en ese momento dijo: 'Si lo quieren llevar a internación domiciliaria tiene que ir con acompañante terapeútico... Él prefiría al igual que la clínica, la internación en un centro de rehabilitación".
La palabra del doctor Mario Schiter tras su declaración en el juicio
Después de declarar durante 4 horas, el doctor Schiter habló de su vínculo con el astro: "Es tal como dijeron, me tocó entablar una relación empática con Maradona. No era de los típicos futboleros pero iba más por la parte personal... En ese punto, hicimos muy buen contacto, y después a partir de ahí creo que recordarán. Ocurrió lo de Punta del Este. Él era fuera de serie".
"Fueron 25 años de silencio", tiró. Y recordó cuál fue su sensación al enterarse de la muerte de Diego: "Era un escenario esperable que ocurriese. Yo estaba dispuesto a todo, como lo estuve en enero del 2000 cuando nadie se animaba a trasladarlo con semejante cuadro de insuficiencia cardiaca en un avión de línea. Era una especie de locura, pero lo hicimos".
En ese sentido, sostuvo: "Solamente puedo decir mi verdad que callé durante 25 años. Mi función era solamente estar con él sin ningún tipo de objetivo, además de poder colaborar en asistirlo. Porque era un honor para mi asistir a Maradona. Hice lo que tuve que hacer en cada momento".
Y cerró: "Si me preguntás por el lugar en el que fue asistido no lo sé, porque no estuve. Y que era totalmente lo contrario a lo que yo había propuesto. Lo fui a ver a la clínica Olivos, porque querían mi opinión sobre cómo continuar, y lo que dije y lo sigo diciendo: 'creo que debería ir a un centro de rehabilitación de tercer nivel. Es decir, un sitio que tiene todas las posibilidades de asistirlo, exactamente igual que en una clínica".