Luego de cuatro años del anuncio público del compromiso de la princesa japonesa, Mako (30) contrajo matrimonio este martes con el plebeyo, Kei Komuro. Persona por la cual la princesa renunció a su título real y a una dotación de 150 millones de yenes (1,23 millones de dólares), a la que tenía derecho por abandonar la familia real. Sin embargo, rechazó la dotación por las críticas por su boda con un hombre al que algunos consideraban inadecuado para la princesa.
En ese sentido, el matrimonio de la princesa con un hombre no perteneciente a la Familia Imperial nipona conlleva a su desvinculación de esta institución, según la Ley de la Casa Imperial, que también concede de forma exclusiva a los varones los derechos sucesorios al Trono de Crisantemo.
Mako es sobrina del emperador Naruhito. Ella y Komuro eran compañeros de clase en la Universidad Internacional Cristiana de Tokio y su relación comenzó en 2012, cuando anunciaron en septiembre de 2017 que pretendían casarse al año siguiente, dos meses después se suspendió la boda por problemas de intereses financieros de la realeza nipona.
Niñez y adolescencia de Mako
Mako nació el 23 de octubre de 1991 en Chiyoda, región especial de la Metrópolis de Tokio. Estudió en la Universidad de Gakushuin en Tokio. Es la primera hija del príncipe Fumihito, hermano del actual emperador, y su esposa Kiko, príncipes herederos de Japón. Mako tiene tres hermanos menores, la princesa Kiko, su hermana Kako y el príncipe Hisahito.
La princesa se graduó en Museología, rama de las humanidades que trata de los museos, su historia, su influencia en la sociedad y las técnicas de conservación y catalogación, en la Universidad de Leicester, Reino Unido.
Cabe destacar, que como parte de sus actividades reales, Mako se caracterizó por visitar varios países de América Latina, entre ellos: El Salvador y Honduras en 2015; Paraguay en 2016; Brasil, Perú y Bolivia en 2019.
Detalles de la boda
La boda fue discreta y sin las particulares celebraciones tradicionales, para evitar llamar más la atención de las personas que no vieron con buenos ojos el compromiso de la princesa. Sin embargo, Mako expresó a medios locales que su matrimonio “fue una decisión necesaria para vivir de acuerdo a nuestros corazones”.
“Para mí, Kei-san no tiene precio. Para nosotros, nuestro matrimonio fue una decisión necesaria para vivir de acuerdo a nuestros corazones”, agregó Mako en referencia al costo de haber perdido su condición real.
En ese marco, el novio, Komuro comentó: “Amo a Mako. Sólo tengo una vida y quiero pasarla con alguien a quien amo”, y señaló: “confío en tener una cariñosa familia con Mako-san y seguiré haciendo todo lo que pueda para proveer para ella”
Según la prensa japonesa, que vienen siguiendo todos los detalles del romance más mediático de los últimos años en la Familia Imperial, la pareja tiene previsto mudarse a Nueva York, Estados Unidos luego de contraer matrimonio, ya que, consideran que es un país donde Komuro cuenta con oportunidades laborales.
Los espectadores vieron a la princesa Mako, a quien se le retirará el título real luego de dar el "sí", salir del palacio el martes por la mañana con un vestido azul claro y un ramo de flores. Ante la residencia familiar se inclinó ante sus padres, el príncipe heredero Akishino y la princesa heredera Kiko, y su hermana Kako, para luego cerrar la postal con un abrazo entre hermanos.