Eduardo “Toto” Salvio y Magalí Aravena se conocieron hace ya más de 12 años. Eran ambos muy jóvenes -él tiene 31 años ahora y ella 33- pero se enamoraron y formaron una familia con dos hijos, Valentino y Chloe.
Vivieron en Europa y volvieron de Portugal cuando Salvio concretó su pase a Boca Juniors. Magalí es modelo pero hace ya varios años que dejó de lado su carrera y se abocó de lleno a una línea de trajes de baño que lanzó y se vende en varios países de Europa.
En diciembre del 2021 la pareja se separó y fue la esposa del jugador de Boca quien a través de las redes sociales.
"Hola a todos quería contarles que con Toto decidimos separarnos, después de estos 11 hermosos años que vivimos", comenzó diciendo Magalí y agregó: "Sentimos que es lo mejor para los dos, está claro que nuestra prioridad siempre serán nuestros dos hijos maravillosos, su bienestar y su felicidad . SIEMPRE ... Pedimos respeto en este momento".
Una segunda oportunidad
Sin embargo, aseguran que en el verano se reconciliaron y apostaron al amor, una vez más. Según su entorno, hace 10 días aproximadamente, decidieron separarse o al menos “tomarse un tiempo” y Magalí se mudó al barrio de Olivos con los chicos.
Nadie sabe cuánta comunicación hubo entre ellos en estos días pero ayer, cerca de las 00.50, Magalí se acercó al domicilio conyugal en Puerto Madero con la intención de hablar con su ex pareja.
Al llegar a la esquina de Azucena Villaflor y Juana Manso, observó la presencia de su esposo acompañado con una joven llamada Sol Rinaldo en el interior de su vehículo particular.
Fue en ese momento cuando Magalí se colocó justo delante del automóvil solicitándole a su marido hablar y Salvio, con todoa la intención de retirarse del lugar, avanzó e impactó contra ella con la rueda delantera del auto, lastimándole la pierna derecha y ocasiónándole lesiones en la rodilla.
El jugador de Boca se dió a la fuga y Magalí, luego de ser atendida por los médicos, realizó la denuncia.
