Catamarca y Ricchieri es la intersección donde dicen que se producen los milagros en Rosario. En ese sitio, frente a la Iglesia Inmaculada, una mujer que convoca a miles de personas por sus artes de curación: Leda. A pesar de que lo realiza hace bastante tiempo, el poder que dicen tener como intermediaria entre la vida terrena y la divina se volvió masiva y popular en las últimas semanas.
Cada martes, desde las 7 de la mañana, la puerta del mencionado oratorio se transforma en el epicentro donde Leda Bergonzi, quien recibió los carismas de la liberación y la sanación de la Iglesia Católica hace nueve años, recibe a todos aquellos que precisan una bendición.
Esta mujer, cuya edad es de 44 años, dice que no se considera la autora de las sanaciones que trascienden, sino un medio para ayudar a las personas. Cada martes acuden averla enfermos residentes de todas las localidades de Rosario, aunque cada vez llegan de sitios más lejanos y de distintos puntos de Santa Fe.
Cerca de las 16 horas de cada martes, Leda empieza a recibir a quien lo solicita. La prioridad la tienen los discapacitados; hay varias filas que dividen a los enfermos por determinadas dolencias y luego es atendido el público en general. A pesar de que las filas rodean la manzana y se extienden por las calles Suipacha y Salta; Leda siempre se queda hasta que termina de atender al último asistente.
La organización es cada vez mayor. Hay baños químicos, personal de la Municipalidad de Rosario y aun policías en el recinto. "Soplo de Dios Viviente" es el nombre de la congregación de Leda. Todos se diferencian con una remera blanca que tiene un corazón grande en el centro.
Víctor Pratti, uno de los sacerdotes la Iglesia Inmaculada, habló con Cadena 3 Rosario y dijo: “Leda es un fenómeno muy fuerte. Se fue potenciando y creciendo en el último tiempo. Hace dos meses fueron 400 personas a la catedral. Al colegio sagrado corazón iban dos mil personas. A la Inmaculada vinieron cinco mil. Nos sorprendió”.
Luego, expresó: “Los carismas del Espíritu Santo los tenemos todos, ella los desarrolló de un modo especial. Es un misterio. Fue gente con dolores que mejoraron o aliviaron. Leda no cura, cura Dios. Es serena y profunda. Hay mucho de Dios en ella”.
En medio de la crisis económica y de los conflictos con el narcotráfico propios de esta época cruel, la aparición de Leda ayuda a una ciudad golpeada por la violencia. Por lo general asisten personas grandes, de vez en cuando se ven algunas caras tristes e incluso algún vendedor de rosarios... pero todo podría resumirse en la palabra "Esperanza", la que sienten quienes asisten, la que otorga Leda.
¿Qué dice ella, la propia Leda Bergonzi? “Dios sana. Yo simplemente soy igual que todos ustedes. Dios primero me rescató a mí y hoy yo salgo a donarme por él, pero creo que puede pasarle a cualquiera”, señaló ella una explicación a su trascendida habilidad. "Lo más importante es poder comunicarle a la gente que Dios está en medio nuestro”, añadió..
