Las aguas en Chile se han dividido extremadamente entre una derecha conservadora que reivindica los tiempos del dictador Pinochet, y una pujante fuerza millenial de izquierda que busca tomar lugar tras los estallidos sociales manifestados en 2019, y que impulsaron un plebiscito para la redacción de una nueva carta magna.
Estas dos miradas completamente distintas del rumbo de Chile se plasman en sus dos candidatos, el diputado José Antonio Kast (55 años), perteneciente al Partido Republicano, y Gabriel Boric (35 años) del Frente Amplio de izquierda.
En una primera votación quien lidera las elecciones es José Antonio Kast, con un 27, 92% de los votos frente a un 25, 80% de Gabriel Boric. Pero todo terminará por decidirse en la segunda vuelta que los tendrá cara a cara el próximo 19 de diciembre.
José Antonio Kast
“Abogado, político, ascendencia alemana, presidente del Partido Republicano”, puede leerse en una primera descripción del candidato a presidente en una búsqueda rápida por internet. José Antonio Kast proviene de una familia adinerada y muy cercana a los grupos militares chilenos, que incursionaron en el mundo inmobiliario.
En el año 2019, el ultraderechista fue investigado por el diario La Tercera de Chile, que pudo revelar información sobre sus inversiones fuera del país generando un verdadero escándalo. José Antonio Kast fue encontrado accionista de tres sociedades anónimas en Panamá constituidas en el año 2003, Foods & Merchandising Investments Inc, Latin America Real Estate Investments Co. S.A. y Austral Inversiones S.A. Estas inversiones en paraísos fiscales fueron las que le habrían permitido acrecentar su patrimonio a más de 4 millones, convirtiéndose en uno de los hombres más poderosos del país.
A pesar de esta información dada a conocer muchos son los puntos de sus discursos que llaman la atención y aprobación de gran parte de la sociedad chilena. En primer lugar, la idea de una “libertad económica” más fuerte, con la eliminación de impuestos y disminución de regulaciones, sumado a un aumento de la capitalización individual y reformas laborales.
Son centrales en su discursos la negativa a impulsar el aborto legal en el país y la utilización de la píldora del día después, disminuyendo así los derechos reproductivos y sexuales de las mujeres chilenas. “Bajo mi gobierno, una de las primeras cosas que haré, será abolir esta ley de #aborto. Legislemos sobre las urgencias reales #LaPuraVerdad", tuiteó el candidato en su anterior campaña, 2017.
También ha sido criticado por sus declaraciones xenófobas y homofóbicas en distintas oportunidades, viendo muchos de los analistas su parecido con personalidades políticas como Donald Trump o Jair Bolsonaro. Incluso el candidato ha propuesto abiertamente crear una zanja para separar al país de sus vecinos limítrofes, entre los que se encuentra la propia Argentina.
Pero lo más duro en sus declaraciones es la reminiscencia a la última dictadura en Chile, liderada por Augusto Pinochet, conocida como una de las etapas más duras y oscuras del país vecino en el cual se registraron al menos 2125 muertes y 1102 víctimas desaparecidas. En una conferencia de prensa Antonio Kast al ser consultado sobre el parecido de las dictaduras de Cuba o Nicaragua con la de Chile el mismo aseguró: “Dígame si las dictaduras entregan el poder a la democracia y si hacen una transición a la democracia y se respeta. Eso es lo que no hacen otros países y en Chile se hizo".
