En el día de ayer se conoció la triste noticia de la muerte de Luis Mario Lewkovicz, el padre del periodista Alfredo Leuco y abuelo de Diego Leuco. El hombre de 98 años vivía en córdoba Capital donde tenía su propia farmacia en la ciudad.
Luis Mario Lewkowicz pudo escapar de los nazis en la Segunda Guerra Mundial cuando era muy chico y junto con su padre, Samuel Lewkowicz, pudieron llegar a la Argentina en barco y sin nada. Su padre, el abuelo de Alfredo, comenzó a fabricar facturas que luego vendía con su hijo Luis Mario en las calles.
Luis Mario era muy inteligente y cuando fue pasando los años, al llegar a la adolescencia quería estudiar, algo que su padre se oponía porque era una pérdida de tiempo bajo el lema "hay que trabajar". Así fue que Luis se anotó en la carrera de farmacia sin que su padre se enterara.
Comenzó a cursar la carrera en la Universidad de Córdoba en secreto pero nunca dejó de trabajar con su padre quién en todos los años de la carrera nunca se enteró que su propio hijo le ocultaba su formación académica.
Hasta que llegó el día en que se recibió de farmacéutico y le contó a su padre. Al principio la noticia no fue tomada de la mejor manera por el patriarca. Pero con el paso de los años decidió hipotecar la casa familiar para ayudar a su hijo y de esa manera pueda comenzar su propio emprendimiento: la Farmacia Alvear.
Se enamoró y se casó con Esther
Luis Mario Lewkovicz conoció a Esther, se enamoraron y al tiempo formaron su familia. Primero con la llegada de Alfredo y luego con la nena, Raquel. Según cuenta su hijo, Alfredo Leuco, y su nieto, Diego Leuco, fue un padre y un abuelo muy presente.
A diferencia de su propia historia, le importó muchísimo la historia de la educación de sus hijos y les dio libertad para que estudien la carrera que más le guste. “Me siento orgulloso por todo lo que me enseñó y por el legado que de él recibo”, dijo Alfredo Leuco en su programa de Radio Mitre.
Padre, abuelo y bisabuelo presente
Según sus familiares, Luis Mario era muy presente también con sus nietos y bisnietos. Le destacan su espíritu jolgorioso, la honestidad y el amor por su familia. Siempre pendiente de sus nietos Diego, Daniel, Edith y Ariela, fue un abuelo muy cercano.
Y sus 98 años, le dio la posibilidad de disfrutar de sus bisnietos: Eliana, Ezequiel, Uriel, Yael, Yoav, Yonatán, Sofia y Eitan. “Tenía debilidad por sus nietos y bisnietos. A todos nos conoció y disfrutó intensamente” escribió Diego Leuco en su Instagram.