Han pasado más de 20 años desde que Germán Barceló y Denise Dumas estuvieron en pareja. Los actores se conocieron al trabajar juntos en la telenovela Montaña Rusa, muy enamorados en 1999 decidieron casarse y tuvieron dos hijos, Isabella y Santino.
En el año 2005 la pareja se separó de una manera muy escandalosa según muestran muchos medios de la época, ya que Denise Dumas conoció a su actual pareja, Martín Campignolo, y decidió divorciarse del padre de sus dos primeros hijos.
A pesar de este final polémico ambos actores continuaron con sus vidas pero Germán Curto (su verdadero apellido) prefirió desde entonces que fuese un poco más alejada de los medios de comunicación.
El músico conoció hace algunos años a su actual pareja, la Licenciada en Psicología Mavi Cerain, con quien tuvo dos hijos y creó una familia ensamblada.
La música nunca se alejó de su ser y en los últimos años creó algunas canciones conocidas como Bombitas de Agua, Siempre Juntos, entre otras.
En una entrevista brindada al diario El día, de la ciudad de La Plata, el compositor reflexionó sobre los duros momentos que vivió y que lo hicieron dar un click en su vida y la música.
“Yo venía buscando un camino espiritual hacía mucho tiempo a causa de un tiempo sin absolutamente nada espiritual en mi vida. En el cual, obviamente, toco fondo mal y cuando quise parar no tenía las herramientas para hacerlo, no sabía cómo parar con la locura, con el vacío que tenía encima”, comenzó diciendo Barceló quien en la actualidad compone música cristiana.
Y continuó, “Y estando en ‘Drácula’ había un compañero que me habló de Jesús. Y yo veía en él algo que yo no tenía: paz. Y fue en ese camarín que decidí poner mi vida al servicio de Dios y abrir mi corazón a Jesús. Fue una elección personal, no religiosa. Fue en un camarín, no en una iglesia”.
“Y empezó a pasar algo que no podía explicar con palabras pero sentí una necesidad de agradecerle a Dios lo que había hecho por mí porque empecé a sentir que desde su llegada a mi vida se me había ido el vacío, la angustia. Me sentí por primera vez sin la necesidad de llenar mi vacío con algo externo”, finalizó.