Los tiempos cambian. A veces, lamentablemente.
“Antes decíamos que Punta Tombo era la mayor reserva de pingüinos de la Tierra. Hoy decimos que una masacre sin precedentes convirtió a éste en el primer lugar donde una causa ambiental llega a juicio oral”, dice con tono agridulce Florencia Rey (28), la responsable de Comunicación de la Fundación Patagonia Natural, yendo y viniendo con la historia de un lugar sagrado. Como lo vamos a hacer ahora nosotros…
A DIEZ AÑOS DE CONVERTIRSE EN UNA ZONA NÚCLEO DE LA UNESCO
Ubicada a 132 kilómetros de la ciudad de Rawson y a 1.302 del Obelisco, hasta los Noventa Punta Tombo fue la mayor reserva de pingüinos del mundo. Tal condición comenzó a declinar al tiempo que las colonias más al norte del Chubut se iban incrementando. Hoy cuenta con 139 mil parejas reproductoras, mientras que San Lorenzo –en Península de Valdés, también provincia de Chubut– se convirtió en la mayor del planeta con 204 mil. Vale mencionar que tratamos como Unidad Biológica Punta Tombo-Punta Clara a ambas colonias, ya que, separadas por tan sólo tres kilómetros, en términos biológicos se comportan como una sola entidad.
“Punta Tombo se originó como colonia hacia 1920, contando con aproximadamente 200 nidos, y fue creciendo con el siglo pasado”, retrotrae los tiempos Pablo García Borboroglu (54), investigador del CONICET y quien hace tres décadas y media viene trabajando para proteger y conservar a los pingüinos.
“A inicios de los Setenta -continúa-, don Luis La Regina, propietario de la estancia donde se ubica la colonia, donó 210 hectáreas a la provincia para que crearan el Área Natural Protegida Punta Tombo. Su primer y aún único Plan de Manejo se realizó en 2005. En 2015 fue incluida como una de las zonas núcleo de la reserva de la Biosfera Patagonia Azul de UNESCO. "Hoy la colonia cubre casi 400 hectáreas, la mitad fuera del área protegida provincial, propiedad de la persona acusada en el caso de la topadora”, agrega Rey, además licenciada en Relaciones Públicas e Institucionales.
“Una masacre en el momento crítico del ciclo reproductivo"
En diciembre de 2021 la colonia de Punta Tombo-Punta Clara testigo de una masacre sin precedentes, en la cual mediante el uso, sin autorización, de maquinaria pesada se removió el suelo, destruyendo parte de la colonia y desmontando la vegetación nativa. El responsable, además, colocó un alambrado electrificado, afectando el desplazamiento de la especie e impidiendo la libre circulación de los pingüinos.
“Este hecho ocurrió en el momento crítico del ciclo reproductivo, donde los pichones eclosionan o tienen muy pocos días de vida, y deben ser alimentados con frecuencia por los adultos”, relata García Borboroglu, además fundador de Global Penguin Society. Y añade:A su vez, durante la migración, los pingüinos son muy vulnerables, ya que se concentran en pequeñas áreas donde las actividades humanas podrían afectar a casi la totalidad de la población mundial de la especie.
Fundación Patagonia Natural junto a Greenpeace Argentina y la Asociación Argentina de Abogadas/os Ambientalistas fueron los querellantes de la causa contra el productor ganadero Ricardo La Regina, dueño de la estancia La Perla y acusado por la muerte de 105 pingüinos y la destrucción de 175 nidos, en el marco del caso denominado “Punta Tombo”.
Luego de varias audiencias y de un largo proceso, el 17 de abril último, Ana Karina Breckle, la jueza penal a cargo de la audiencia elevó el caso a juicio oral, convirtiéndose éste en un hecho histórico: fue la primera vez que una causa de daño ambiental agravado llega a juicio oral. La condena que enfrenta La Regina, a pedido de la fiscalía, es de cuatro años de prisión de cumplimiento efectivo.
Estas áreas naturales revisten una importancia global en términos de concentración de fauna. Muestra lo magnífico de nuestro planeta y a la vez su fragilidad. Es el caso de los pingüinos, que son muy vulnerables, ya que durante su migración se concentran en pequeñas áreas, donde las actividades humanas podrían afectar a casi la totalidad de la población mundial de la especie" (Florencia Rey, de la Fundación Patagonia Natural)
“El pingüino es un referente argentino, como el yaguareté y el cardenal amarillo"
“… y a la vez es un emblema de la asombrosa biodiversidad del mar argentino. Se trata de un privilegio con que contamos y debemos honrar con responsabilidad, gestionándolo y protegiéndolo eficientemente”, consigna Florencia Rey refiriéndose a las cuatro especies que se reproducen en nuestro territorio (sin contar las Islas Malvinas), entre las dieciocho que existen: El pingüino Rey, en Isla de los Estados e Isla Martillo del Canal de Beagle; el Penacho Amarillo, del Sur en Puerto Deseado e Isla los Estados; el Papua, en Isla Martillo, y el famoso pingüino Magallanes, que habita desde Tierra del Fuego hasta Río Negro.
El pingüino de Magallanes se distingue por su cuerpo negro y abdomen blanco, lo que le permite evitar a los depredadores mientras nada, dado que el negro se mezcla con el océano y el blanco se camufla con la luz. Guarda una fidelidad de más del ochenta por ciento a su nido, donde la mayoría se reencuentra con su pareja a inicios de cada temporada reproductiva. Como las demás especies de aves, el pingüino es un indicador muy valioso de lo que ocurre en su entorno. Al pasar gran parte de su existencia (más de tres cuartas partes) en el agua, se convierte en un factor clave de la salud ambiental del mar. Su estudio permite implementar recomendaciones para la conservación de áreas marinas.
“Los pingüinos tienen un rol ecológico importante en los océanos y en la conservación de los hábitats de otras especies -comparten Pablo García Borboroglu y Florencia Rey-. Son considerados indicadores del ambiente, brindando información sobre la salud del ecosistema marino y terrestre. A su vez, marcan un impacto significativo en toda la cadena alimentaria, puesto que colaboran en mantener el equilibrio de los ecosistemas, dado que son fuente de alimento para muchos depredadores. Además, desempeñan un papel fundamental en el ciclo: sus heces liberan en las aguas nutrientes esenciales para los ecosistemas”, redondean.
Lo de diciembre de 2021 fue una masacre sin precedentes. Mediante el uso, sin autorización, de maquinaria pesada se removió el suelo, destruyendo parte de la colonia y desmontando la vegetación nativa. El responsable, además, colocó un alambrado electrificado, afectando el desplazamiento de la especie e impidiendo la libre circulación de los pingüinos" (Pablo García Borboroglu, de la Global Penguin Society)
“Gran parte del daño se generó en sus nidos com huevos y pichones"
A la hora de preguntarnos sobre las maneras de promover su protección y cuidado de ellos, los especialistas afirman que “es de suma importancia” preservar la diversidad de especies, sus hábitats y zonas de alimentación y reproducción. Si bien existen diversas organizaciones que se encargan de proteger y conservar a los pingüinos, todos podemos colaborar reduciendo la huella de carbono, apoyando la pesca sostenible y disminuyendo el uso del plástico. En tal caso debe resaltarse la importancia de proteger el hábitat, ya que el nido es un valioso capital para criar pichones con éxito.
“Vale remarcar que la provincia de Chubut destina importante fondos para mantener la presencia de guardafaunas e infraestructura durante todo el invierno, aun cuando no hay pingüinos, ya que entiende lo crítico de la integridad del ambiente reproductivo -expresa Rey-. “Por eso lo más grave de la masacre de diciembre de 2021 es que, según muestra la evidencia, gran parte del daño se generó en fechas donde los pingüinos estaban en sus nidos con huevos y pichones”.
–La lista roja de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) señala que dos tercios de las especies de pingüinos se encuentran amenazadas. ¿Por qué?
Pablo García Borboroglu: Los pingüinos de Magallanes son una de las muchas especies de pingüinos que se encuentran en constante amenaza. Sus colonias muestran una alta variabilidad en el éxito reproductivo anual incluyendo temporadas con fracasos reproductivos. Ante estas condiciones, la supervivencia de los adultos es crucial para la persistencia de la colonia. Un aumento en la mortalidad adicional debida a la contaminación por hidrocarburos o capturas incidentales en redes de pesca, el cambio climático y la posible competencia por el alimento con las pesquerías podrían contribuir a la declinación poblacional.
Florencia Rey: A su vez, durante la migración, los pingüinos son muy vulnerables, ya que se concentran en pequeñas áreas donde las actividades humanas podrían afectar a casi la totalidad de la población mundial de la especie.
“Necesitamos que los delitos ambientales se incluyan en el Código Penal"
“Ver estas maravillosas aves en su ambiente natural representa una postal increíble –acierta Florencia Rey–. La estepa, el mar y cientos de ellas caminando por la zona…, no se puede explicar con palabras semejante espectáculo natural, semejante experiencia”, añade consciente de que el pingüino de Magallanes es un símbolo de riqueza natural y patrimonio de la biodiversidad.
“Punta Tombo es un lugar fundamental para la reproducción de la especie, por lo que cualquier alteración impacta directamente en la colonia -agrega García Borboroglu–. Respecto a la masacre ocurrida en el 2021, si bien significó un paso histórico, nos hace reflexionar: ¡Necesitamos sancionar un proyecto de ley que incorpore un Capítulo Ambiental en el Código Penal Argentino para que los delitos ambientales no queden impunes!
Rey: Estas áreas naturales revisten una importancia global en términos de concentración de fauna. Muestra lo magnífico de nuestro planeta y a la vez su fragilidad.
García Borboroglu: Asimismo, además de poseer un impacto crucial para la economía regional a través del turismo de naturaleza, en este caso ilumina la vulnerabilidad de nuestra fauna. Como dijo Flor, delata la necesidad de contar con leyes a nivel nacional que protejan mejor nuestra fauna y flora.
Arte de portada: Gustavo Ramírez
Fotos: Gentileza Greenpeace
Agradecemos a la Fundación Patagonia Natural y a la Global Penguin Society