El juez Luis Schelgel procesó por “homicidio simple por dolo eventual” al cirujano Aníbal Lotocki, luego de la muerte del empresario Rodolfo Cristian Zárate, quien murió el 16 de abril de 2021. El médico ya poseía previamente denuncias por mala praxis, entre ellas las realizadas por figuras de la televisión como Silvina Luna, Stefy Xipolitakis, Pamela Sosa, Fran Mariano y Gabriela Trenchi.
Aunque el juzgado no dictó la prisión preventiva por la causa por homicidio, le impuso al médico la obligatoriedad de presentarse personalmente en el juzgado cada 15 días, los primeros y terceros viernes de cada mes.
”En efecto, como quedó acreditado según la valoración probatoria realizada, el fallecimiento de Zárate fue probablemente causado por la pluralidad de las graves acciones que Lotocki cometió, antes, durante y después, de la intervención quirúrgica del paciente que tenía bajo su responsabilidad, pues, todo eso fue lo que determinó un desequilibrio hemodinámico que no logró ser compensado y fue seguido de muerte”, expresa el fallo.
Algunos de los errores que cometió Lotocki fueron no contemplar antecedentes clínicos como tabaquismo, diabetes y coronavirus para evaluar demorar la intervención por nuevos estudios.
“Sin embargo, al menos en los términos provisorios de esta etapa preliminar del proceso, está comprobado que Zárate no falleció por un problema estructural de salud previo que no fue advertido en los escuetos exámenes prequirúrgicos que le practicó Lotocki, ni por culpa de las ambulancias de Ayuda Médica que tardaron en llegar a Cemeco, ni porque estaba apurado por ser operado, ni porque intervino la mala fortuna, sino pura y exclusivamente porque, como bien propone el Fiscal de la causa, el acusado se representó que el paciente podía morir y, aún así, nada hizo para evitarlo”, indicó el fiscal Schelgel, sobre la responsabilidad total del cirujano.
“Esto es, a pesar de tener conciencia de los múltiples riesgos a los que sometía a su paciente, Lotocki fue más allá de lo que se conoce como una violación objetiva al deber de cuidado en el ámbito quirúrgico, y no sólo previó la posibilidad de la muerte de Zárate sino que la aceptó y actuó según sus propios intereses, que consistían en operarlo a toda costa antes de una eventual restricción (por la pandemia y para asegurarse terminar de cobrar sus honorarios”, concluyó el magistrado.