El taller brindado en la Unidad 32 de Florencio Varela tiene una doble finalidad: las detenidas aprenden un oficio con salida laboral, y además se cumple con un objetivo solidario.
En el marco del programa de capacitación en oficios y solidaridad, quince internas trans alojadas en la Unidad 32 Florencio Varela aprobaron un curso de confección de pelucas con cabello natural, que luego son donadas a pacientes oncológicas del Hospital Posadas. El curso de formación estuvo a cargo de mujeres de la asociación “Soy voluntaria Hurlingham”, desde donde se entregan a aquellas personas que las necesitan.
Las internas aprendieron en cuatro encuentros a realizar todo el proceso de elaboración: la confección de la cortina, el gorro, la costura y el armado del peinado, que es a gusto de quien la reciba.
El taller forma parte de las capacitaciones no formales que se dictan en la Unidad 32 de Florencio Varela, dependiente de la Dirección de Promoción e Inclusión Sociolaboral del Servicio Penitenciario, y tiene una doble finalidad: las detenidas aprenden un oficio con salida laboral, y se cumple un objetivo social solidario ya que lo producido es entregado por las mismas voluntarias, sin intermediarios.
Las capacitadoras que se acercan a la cárcel los viernes de 10 a 12 horas, forman parte de un grupo de diez mujeres que asisten al Hospital Posadas entre otras instituciones a brindar asistencia a pacientes oncológicos y familiares.
María Laura Chazarreta, Marcela y Ana les enseñaron a las privadas de libertad trans a realizar las pelucas, esenciales para mujeres y niñas en tratamiento de quimioterapia que no tienen los recursos para adquirirlas por sus propios medios, lo que les genera orgullo tanto a las detenidas como a las voluntarias. “Nosotras reunimos todos los materiales para trabajar haciendo campañas solidarias en la comunidad bajo el lema ‘Tu pelo crece y tu corazón también’. Traemos cabello de la gente que se acerca a donarnos. Luego enseñamos toda la técnica, y las chicas están muy predispuestas, saben el destino que les damos, y demostraron hacerlas con amor”, explica la tallerista María Laura.
Al respecto, el ministro de Justicia de la provincia de Buenos Aires, Gustavo Ferrari, dice: “junto a la gobernadora, María Eugenia Vidal, nos estamos ocupando de las personas privadas de libertad a través de la formación y el trabajo en los penales. Es una manera de ofrecerles herramientas para que cuando recuperen la libertad tengan una posibilidad de reinserción social. Nos gratifica que además brinden ayuda a la comunidad de manera solidaria”.
En total se confeccionaron cuatro pelucas completas que ya tienen destinatarias. “Siempre me gustó ayudar y esto me encanta. Quisiera seguir colaborando con esto, me hace bien. Me ilusiono con que siga el taller”, dice Nicole, una de las reclusas, a quien siempre le gustó la peluquería, y que descubrió que además podía ayudar a través de sus conocimientos.
Misión solidaria cumplida.