En 2022, en medio de la turbulenta relación que llevaba con Alberto Fernández que ahora salió a la luz, Fabiola Yáñez le concedió una entrevista a la revista GENTE.
Fue el primer reportaje (¿y el único) que la actriz brindó mientras cumplía sus funciones de Primera Dama. Y en él, además de disculparse por la fiesta de cumpleaños que realizó en la Quinta de Olivos en plena cuarentena por la pandemia, Yáñez habló sobre su relación con el político.
“De Alberto me sedujo su capacidad para comunicar las cosas, su capacidad intelectual, su mirada y su perspectiva tan amplia de las cuestiones que atañen a un país. Él es como se muestra. Sus momentos en el hogar son: jugar con Dylan, caminar. Y sus momentos para desconectar, tocar la guitarra y cantar", afirmó en aquel momento.
Y dio una señal de que también tenían discusiones, aunque matizada: "Los dos tenemos un carácter fuerte y nos permitimos plantearnos distintos puntos de vista”.
Fabiola Yáñez, la terapia y su queja por los "malos tratos"
Luego, tras reconocer que hacía terapia para "atender de la misma forma el cuerpo, la mente y el espíritu", la ex Primera Dama aseguró que no comprendía "los ataques injustos" hacia ella y que le molestaba quedar en medio de "agravios, violencia y mentira".
En tanto, cuando se le preguntó si era una mujer de "armas tomar", Yáñez sostuvo que no pero se definió como una persona "muy firme". "Cuando tomo una decisión porque algo no está siendo bueno para mi vida, no especulo ni miro hacia atrás, sólo apunto hacia adelante", enfatizó.
Y agregó: "Por eso jamás les contesto a aquellos que se valen de un insulto hacia mí o dicen cualquier barbaridad con tal de que luego los medios y portales de noticias lo levanten. Entiendo que es una manera de hacerse visibles y de estar un ratito en el foco, y por eso no les respondo. Me parece denigrante ocuparme de semejantes bajezas".
Por último, brindó otra señal que en aquel momento pasó desaparecibida al enumerar las cosas que la sacaban de quicio: "Las mentiras, los malos tratos, y la falsa empatía o 'empatía hipócrita', como suele decir un gran amigo que tenemos". afirmó.
Y detalló: "Es aquel que dice ponerse en el lugar del otro pero a su vez no acciona en nada como para modificar la realidad de ese otro. Algo muy de moda hoy en día en la televisión y las redes".