Este domingo se realizó el último debate presidencial en la Universidad de Buenos Aires previo a las elecciones del 22 de octubre., aunque, de ser necesaria una segunda vuelta, los dos aspirantes más votados se medirían en otro encuentro televisivo el 12 de noviembre.
El candidato de La Libertad Avanza (ultraderecha), Javier Milei; el de la coalición oficialista Unión por la Patria (peronismo), Sergio Massa; la de Juntos por el Cambio (centroderecha), Patricia Bullrich; el peronista disidente y actual gobernador de Córdoba, Juan Scharetti; y la aspirante del Frente de Izquierda y de Trabajadores, Myriam Bregman, hablaron sobre seguridad; trabajo y producción; y desarrollo humano, vivienda y protección del ambiente.
El último de esos bloques temáticos fue elegido por la ciudadanía, mientras que los dos primeros fueron seleccionados por la Cámara Nacional Electoral junto a los equipos de campaña de los candidatos.
Al igual que el debate pasado, ninguno consiguió quedarse con el título de único ganador, más allá de algunas encuestas realizadas por los medios o encuestadoras. Los cruces fueron más duros y polémicos, como en el último encuentro, volvieron a estar repartidos entre Milei, Bullrich y Massa.
Durante la presentación, todos los candidatos, menos Bregman, condenaron el ataque terrorista de Hamás en Israel.
El economista libertario buscó no cometer errores, pero se refirió a los temas de su agenda que más generan polémica, como la venta de órganos, la libre portación de armas y la negativa a reconocer el cambio climático.
Bullrich, por su parte, endureció su postura en relación con el primer encuentro, y buscó ser más contundente con sus críticas a Massa y Milei, algunas veces en tono muy coloquial.
El ministro de Economía, en tanto, tuvo que esquivar como pudo las críticas que recibió de todos los frentes por la inflación y la macroeconomía, e insistió en elegir al postulante de La Libertad Avanza como principal contrincante.
Una cuestión de performance
Los tres candidatos más votados en las primarias del 13 de agosto fueron, por este orden, Milei, Massa y Bullrich, con porcentajes muy cerrados y por debajo del 30 %, lo que presentó una Argentina de tres tercios. Los especialistas coinciden en que los debates no inciden demasiado en el electorado.
El consultor político y director de PulsAr Augusto Reina, en una entrevista con Infobae, consideró que Schiaretti: “Tuvo un muy buen debate. Impactó de manera positiva, incluso en el votante de Unión por la Patria y algo en el votante de Juntos por el Cambio”, aunque reconoció que “probablemente no tenga una modificación sustantiva en su intención de voto, pero de cara a ampliar su nivel de conocimiento y mejorar su imagen, lo de Schiaretti, cerrando la temporada de dos debates, fue todo positivo, todo ganancia”.
Por su parte, el analista Sergio Berensztein observó que el candidato de ‘Hacemos por nuestro país’ “mejoró considerablemente” porque “no hizo tanto énfasis en el modelo de Córdoba. Mencionó a Córdoba, pero con más lógica”. En cuanto a las propuestas, señaló que “estuvo bien con las retenciones, con el biocombustible, bioetanol y el biodiesel, que en las grandes ciudades no le damos tanta importancia, pero para el interior es fundamental”.
Con una mirada similar, Federico Aurelio destacó la presencia de “un Schiaretti que ya no era el representante de Córdoba, sino el representante del interior del país. En varias ocasiones la preocupación por las políticas del gobierno central con el interior fue mucho más amplia”. Aunque, al igual que Reina, añadió: “No creo que eso le modifique su posicionamiento electoral. Pero tuvo un mejor desempeño”.
Finalmente, el experto en comunicación política, Mario Riorda analizó que “Schiaretti fue más incisivo en réplicas y ofreció algo menos de Córdoba, pero igual se mostró candidato por Córdoba. Fue muy contundente”.
De esta manera, los expertos coincidieron en que ambos debates presidenciales favorecieron tanto a Schiaretti como a Bregman, para visibilizar sus propuestas y mejorar su imagen, ya que previo a las elecciones primarias tuvieron poco o nulo feedback con el electorado y eso se tradujo a los resultados, siendo los dos candidatos con la menor cantidad de votos y diferencias muy marcadas respecto al triángulo electoral conformado por Milei, Bullrich y Massa.
Conflicto entre Israel y Palestina en el debate
El ataque de Hamás en suelo israelí se coló este domingo durante el debate preelectoral con vistas a los comicios. “No solamente condeno el ataque terrorista; el 10 de diciembre, voy a ser presidente y voy a incluir a Hamás en la lista de organizaciones terroristas de Argentina”, indicó Massa. “Desde 2014 vengo planteando la ley de juzgamiento en ausencia para que los terroristas que han cometido atentados en Argentina puedan ser condenados en Argentina”, agregó y denunció que es petición siempre fue “bloqueada” por la coalición de Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio).
Además de Massa, los candidatos Milei, Bullrich y Schiaretti expresaron su “solidaridad” con Israel. Bregman, por su parte, explicó que “duelen las víctimas civiles” de un conflicto que tiene como base “la política de Israel de ocupación y apartheid contra el pueblo palestino”.
Argentina cuenta con una población de entre 300 y 400 mil judíos, la mayor de Latinoamérica y la quinta del mundo. Además, guarda en su memoria los dos graves atentados sufridos en la década de los 90 contra intereses judíos: el ataque a la embajada de Israel en 1992, que dejó 29 muertos; y el perpetrado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), que en 1994 mató a 85 personas y causó más de 300 heridos.
Israel se declaró el sábado en estado de guerra, después de que Hamás lanzara un ataque múltiple sin precedentes por tierra, mar y aire, que pilló al país por sorpresa con el lanzamiento de miles de cohetes e incursiones terrestres en suelo israelí, donde han masacrado y secuestrado a decenas de israelíes.
Informe: Valeria Druckmann
