El gobernante Frente de Todos (FdT) comenzó a debatir este jueves su estrategia de cara a las elecciones generales de octubre, un proceso que encuentra al peronismo con fuertes tensiones internas. Después de cinco horas de intenso debate en la sede del PJ, se acordó la elaboración de un documento donde sellaron un pacto de unidad y no agresión entre los integrantes del frente hasta después de las elecciones. El cónclave terminó con un discurso de Alberto Fernández.
La mesa política había sido convocada por el jefe de Estado, en su carácter de presidente del PJ, para debatir los temas “electorales” del FdT rumbo a las primarias de agosto como primera posta del año electoral. Cristina Fernández de Kirchner fue la principal ausente, aunque el encuentro y el documento final fue hecho prácticamente a su medida. Ese resultado pudo preverse desde el inicio y sin la necesidad de entrar al mítico edificio de la calle Matheu 130, donde estaban apostados militantes kirchneristas con pancartas que llevaban entre otras con las consignas: “Es ella 2023”, “No a la proscripción de Cristina” y “Cristina 2023”.
Cinco claves del documento del FdT
- Defensa y apoyo a una potencial candidatura de CFK
El concepto de “sin proscripciones” debía sí o sí quedar plasmado en el documento, de hecho, hasta se lo utilizó en el título: “Democracia sin proscripciones. Unidad para transformar”. Un claro gesto de respaldo a Cristina Fernández de Kirchner, que se encuentra condenada en la causa Vialidad a prisión por decisión de Tribunal Oral Federal 2, además, se la inhabilita para ejercer cargos públicos. De todos modos, queda la instancia de revisión del fallo.
En el párrafo quinto del documento se encuentra el compromiso de quienes integran la mesa de “disponer las acciones necesarias para impedir la proscripción de la compañera vicepresidenta”. Incluso pone sobre el tapete su “liderazgo y potencia electoral”, que “no puede ser arrebatado”, aunque no se menciona qué lugar ocuparía la expresidenta en una lista. Todo hace suponer que el Senado sería un espacio de acceso seguro frente a una posible derrota del FdT en las elecciones de octubre, un escenario descripto en la mayoría de los estudios de opinión pública presentados a la fecha.
- El fuego como elemento de regeneración de la identidad política
Al parecer, la figura del enemigo no puede ser abolida del horizonte político de Argentina. El documento también apunta contra el Poder Judicial, los medios de comunicación y el “poder económico”. El oficialismo vuelve a marcar con claridad una línea fronteriza y un clima de enfrentamiento. “No hay, o no debería haber, ningún poder económico, mediático o judicial capaz de decidir por encima de la voluntad popular”, se lee en el párrafo donde se plantea la defensa de Cristina.
Más adelante, la Mesa Política del FdT consideró en su escrito que “en 2023 se enfrentarán dos modelos de país. La Argentina de un progreso compartido, democrática e igualitaria; y el anacronismo de una derecha que concibe al país como una plataforma de negocios para unos pocos. No tienen nada nuevo para decir. Repiten fórmulas que han fracasado hace décadas, salvo para enriquecer a pequeños grupos privilegiados”.
- Aprovechar la ausencia de consenso para ampliar la base electoral
A través de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), el oficialismo pretende sumar a todos los sectores posibles para ampliar su base electoral. Es la primera vez que el kirchnerismo utiliza esa herramienta que ayuda a dirimir la falta de acuerdos internos. En el documento se indica que una “parte fundamental de la estrategia”del oficialismo será “reforzar la unidad en la diversidad”, para alcanzar ese objetivo se propone “articular las diferentes miradas del FdT y también a quienes se quieran sumar a este proyecto por una Argentina que crezca con paz, igualdad y libertad”.
En el oficialismo siguen la tesis que lo llevo a Alberto Fernández a la presidencia: “Con Cristina no alcanza pero sin Cristina no se puede”. En ese sentido, los dirigentes del FdT coincidieron que el recurso para encontrar una síntesis entre esa diversidad serán las PASO.
En el párrafo 9º de la declaración, el oficialismo define a las PASO como “la herramienta institucional creada por nuestro Gobierno durante el año 2010 (en el primer mandato de Cristina Fernández de Kirchner) para abrir la participación de los partidos y sintetizar las diferentes visiones en un proyecto común”. Justamente, el kirchnerismo, con apoyo de algunos gobernadores, intentaron evitar las primarias este año, pero la iniciativa no pudo avanzar en el Congreso.
- El poder omnipresente que encolumnó la tropa
La sede del PJ reunió a todos los sectores del Frente de Todos. Pese a su anunciada ausencia, la figura de Cristina fue la más notoria. Ella fue la estrella del cónclave. Algunos hablarían del “poder omnipresente”, ella estuvo presente sin estarlo. Los otros dos socios mayoritarios del frente que gobierna no tuvieron esa aptitud especial rayana a la inmortalidad y estuvieron presentes: Alberto Fernández y Sergio Massa.
El presidente llegó escoltado por su alter ego, el canciller Santiago Cafiero, su amiga la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, y el siempre presente Agustín Rossi, que ahora viste de jefe de Gabinete. Los albertistas Juan Manuel Olmos, vicejefe de Gabinete, y Julio Vitobello, secretario general de la Presidencia, y Fernando “Chino” Navarro, secretario de Relaciones Parlamentarias y referentes del Movimiento Evita, también asistieron.
Del Frente Renovador de Massa estuvieron su esposa y titular de Aysa, Malena Galmarini; la presidente de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau; el ministro de Transporte, Diego Giuliano; y los dirigentes Rubén Eslaiman y Juan Andreotti.
Había varios representantes del kirchnerismo pero el abanderado fue Máximo Kirchner, que ese día cumplió 46 años y cuya participación no estaba prevista. El ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro, la senadora Anabel Fernández Sagasti, la intendenta de Quilmes Mayra Mendoza y Andrés “Cuervo” Larroque también fueron de la partida.
Entre los gobernadores estuvieron Axel Kicillof (Buenos Aires), Jorge Capitanich (Chaco), Gerardo Zamora(Santiago del Estero), Gustavo Bordet (Entre Ríos) y Mariano Arcioni (Chubut).
En representación de los intendentes asistieron Mario Secco, Fernando Espinoza y Mayra Mendoza, por la Tercera Sección electoral del conurbano bonaerense, y Alberto Descalzo, Mariel Fernández y Lucas Ghi por la Primera Sección.
Entre los sindicalistas asistieron los cotitulares de la CGT Héctor Daer y Pablo Moyano, y Hugo Yasky, Sergio Palazzo y Abel Furlán.
- Las demandas criollas por los problemas externos
“Estamos en un contexto internacional de incertidumbre a partir de las consecuencias de la pandemia, las guerras y los conflictos por la hegemonía mundial”, se indica en el documento, casi un marco habitual que se puede leer en cualquier libro de historia. Más adelante, el texto continúa explicando que “el mayor triunfo de los poderes concentrados es someter a la sociedad en el desánimo y en el enojo, en la frustración y el descreimiento. Quieren convertir una situación global muy adversa en un fatalismo del que no hay salida”.
Según el oficialismo, “estos cuatro años de gobierno se vieron atravesados por circunstancias externas, como la pandemia y la guerra, que agravaron la situación de una economía devastada y sometida a un endeudamiento salvaje por el gobierno de Macri”.
De todos modos, el frente que gobierna reconoce ser “plenamente conscientes del particular momento que vive nuestra sociedad. Conocemos todas las demandas económicas y sociales de las que aún tenemos que dar respuestas concretas”.
Y, en tal sentido, la “tarea primordial de quienes formamos parte de este proyecto político continuar los esfuerzos para reducir la inflación, aumentar el poder adquisitivo de los salarios y trabajar en cada una de las políticas públicas necesarias para que nuestra gente viva mejor. Ese fue el contrato electoral que acordamos de cara a la sociedad en 2019 y por el cual debemos seguir trabajando”.