El intendente y gobernador electo de Córdoba, Martín Llaryora, salió a poner paños fríos tras sus declaraciones del pasado domingo por la noche, mientras festejaba el triunfo de Daniel Passerini en la elección de la ciudad de Córdoba, cuando habló sobre los “pituquitos de Recoleta”. Pero también enfocó y redobló sus críticas a la polémica falta de federalismo.
Llaryora, que se encuentra en reposo por un cuadro gripal, pidió “a los dirigentes porteños” que “no se queden con el “pituquitos” y “no se ofendan”. “Son ustedes los que piensan el país desde Recoleta y no pueden seguir ofendiendo a todo el interior, porque hace décadas que se quedan con nuestros recursos y después nos vienen a explicar cómo se gobierna”, esgrimió.
La postura del cordobés no se diferencia de la visión que tienen en privado varios gobernadores, así lo reconoció a GENTE un mandatario del norte del país. De hecho, en uno de los grupos de WhatsApp que comparten los mandatarios, se habló de “los pituquitos de Recoleta”.
Uno de esos grupos está integrado por catorce gobernadores, todos se mostraron a favor de los dichos de Llaryora. También corrieron varios memes que hacen referencia al “centralismo porteño”.
Uno de los gobernadores, tal vez el más afín al frente electoral oficialista Unión por la Patria, envió la foto de una remera amarilla que dice “Los hice venir al pedo”, en clara referencia a lo que dijo Rodrigo de Loredo durante el discurso que dio el domingo cuando aceptó la derrota, donde estuvo acompañado por los dos precandidatos a la presidencia por Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta.
“No fue una falta de respeto, en definitiva, es algo que compartimos diferentes hombres y mujeres del interior del país. Eso no es ninguna novedad. De eso hablamos cuando criticamos la falta de federalismo, lo peleamos cuando hablamos de los fondos de coparticipación”, explicó a GENTE un mandatario que confirmó el debate que produjo entre algunos mandatarios el comentario del electo gobernador de Córdoba.
Por último, el mandatario prometió que “llegado el momento los gobernadores del interior vamos a plantear un debate de cara a la gente. Un gran debate nacional para una verdadera innovación federal” y se escudó en los tiempos electorales: “esperemos que pasen las elecciones para que no se confundan con cuestiones políticas, estamos trabando en eso”.
Y antes de despedirse pidió que “por favor quede bien claro que no es algo despectivo contra los ciudadanos de CABA, es un reclamo histórico que se le hace a un sector del poder económico y político que tiene puestos sus principales intereses en todo el territorio de la provincia de Buenos Aires, donde anida el gobierno central”.
Aclaraciones y más críticas, pero sin grietas
En declaraciones al diario La Voz, Llaryora aclaró que “pituco es un término que uso siempre, se usa en mi familia. No quise ofender, me salió así”. Explicó que fue en el marco de “un triunfo que nos desbordó” y que venía de “meses soportando que vengan a explicarnos de transporte unos tipos a los que la Nación les administra el transporte y los tapa de subsidios; intentaron confundir a los cordobeses con el traspaso de la policía, los mismos a los que les pagamos miles de policías federales, a los que la Prefectura les cuida Puerto Madero y la Gendarmería les cuida los parques. No tolero esa discriminación al interior y no me banco más que esos mismos dirigentes vengan a Córdoba a decirnos que no sabemos administrar, que no sabemos gobernar, que ellos son los Maradona de la vida y los del interior somos todos tontos”.
Las críticas del mandatario electo fueron vinculadas a la llegada a la capital cordobesa de la dirigencia porteña de Juntos por el Cambio, que esperaban festejar el triunfo de Loredo. Pero Llaryora asegura que sus cuestionamientos también apuntan al gobierno del Frente de Todos.
“Hablé de Recoleta como símbolo de un porteño al que los propios porteños cuestionan. Cristina Kirchner también vive en Recoleta, yo cuestiono el centralismo porteño extremo de los últimos gobiernos. Defiendo una idea de país mucho más amplia y mucho más federal, que es la idea que expresa Juan Schiaretti como candidato presidencial: no le den más vueltas ni le busquen otros significados políticos a lo que dije”, aseguró.
“Se quedan con la palabra ‘pituquitos’, pero yo hablé de cosas muy concretas: devuelvan al interior los recursos de las retenciones, liberen a todo el país los subsidios al transporte que se quedan en el Amba, repartan las fuerzas federales que están solo en Buenos Aires y piensen en la infraestructura que necesita todo el país. Pongamos equidad y después veamos quién administra mejor”, insistió.
El rol del periodismo porteño también quedó en el eje de la discusión que plantea. “Durante meses se encargaron de mentir sobre Córdoba, durante horas facilitaron que los candidatos opositores dijeran cualquier cosa y permitieron la difamación sistemática”, recalcó Llaryora, quien el lunes a la noche en un programa del canal LN+ fue protagonista de un comentario erróneo cuando le adjudicaron ser el propietario de la vivienda que en realidad pertenece al senador Luis Juez. El periodista que cometió el error pidió disculpas públicas y Llaryora las aceptó a través de su cuenta de Twitter.
Más allá de ese episodio, el actual intendente cuestionó la actuación de ese mismo medio, por las infundadas acusaciones que hizo Juez respecto al presunto reparto de drogas a cambio de votos por parte de Hacemos Unidos por Córdoba durante la campaña provincial. “Fue una campaña sistemática de algunos medios a favor de la oposición cordobesa, fueron meses de mentiras y creo que eso también es parte de mirar al interior del país desde un centralismo inaceptable”, indicó Llaryora.
Y cuestionó que desde la prensa porteña se considere que en Córdoba el peronismo construyó un feudo: “Así ven todo, todo lo que está en el interior es un feudo o es atraso. Las provincias son feudales si la gente decide con su voto que continúe el mismo partido, pero en Caba eso está muy bien. Eso es lo que cuestiono cuando hablo del modo sesgado en que miran el interior”.