Se dieron a conocer los resultados del peritaje de ADN y hay dos imputados que están muy complicados.
Pasaron cuatro meses y unos días desde que se cometió el crimen de Fernando Baéz Sosa en la puerta del boliche Le Brique de Villa Gessel, y aún hay novedades. Hoy la fiscal de la causa, Verónica Zamboni, recibió los resultados de los estudios de ADN realizados en el Instituto de Investigación Criminal y Ciencias Forenses de Junín, que consta de 115 muestras de ADN procedentes de la víctima y de los diez imputados.
En la la mayor parte de la ropa de los acusados había sangre de ellos y de otras personas no identificadas. Pero el gran hallazgo es que confirmaron que había sangre de Blas Cinalli (18) en la uña del dedo meñique de la víctima, y sangre de Fernando en la camisa de Matías Benicelli (20) mezclada con su propia sangre.
Fernando Burlando, el abogado de la familia Báez Sosa, dijo: "Esto no excluye a los demás, porque en los videos de las cámaras de seguridad se ve claramente que todos le pegan. A veces el ADN puede desaparecer por el tratamiento del cuerpo. No se descarta que haya habido otros actores en la golpiza".
Mientras tanto, Máximo Thomsen (20), Matías Benicelli (20), Blas Cinalli (18), Ciro Pertossi (19), Luciano Pertossi (18), Lucas Pertossi (21), Enzo Comelli (20) y Ayrton Viollaz (20) continúan detenidos en la alcaidía de Melchor Romero, en La Plata, imputados como coautores del delito de "homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas". Y Juan Pedro Guarino (19) y Alejo Milanesi (19) se encuentran imputados en calidad de "partícipes necesarios", pero fueron excarcelados meses atrás.