Durante las últimas audiencias del caso Fernando Báez Sosa la fiscalía solicitó que se procese por falso testimonio a Juan Pedro Guarino y Tomás Colazo por sus declaraciones como testigos realizadas el pasado 16 de enero.
Al comienzo de la causa Guarino fue imputado y al poco tiempo sobreseído por el Tribunal, poniéndolo en libertad. En cambio Colazo, había presenciado la brutal golpiza pero nunca se vio implicado en el ataque.
En diálogo con Nosotros a la mañana, el abogado defensor, Facundo Améndola, explicó por qué pidió que sean procesados ambos muchachos. “Yo no tengo ninguna duda. No sólo que vieron más de lo que dijeron, sino que dijeron menos de lo que sabían”, comenzó diciendo el letrado.
Aunque ambos admitieron haber sido testigos del crimen, ninguno de los dos rugbiers quiso señalar a sus compañeros ni indicar cómo el resto del grupo golpeó a Fernando, aquel 18 de enero de 2020 a la salida del boliche Le Brique. “No apuntaron directamente: Guarino por ejemplo dijo que lo vio a Thomsen al lado de Fernando y ni siquiera se animó a decirle ‘Sí, lo ví pegándole patadas en la cabeza’, como es contextico en los videos, y con todas las declaraciones de los testigos”, reveló Améndola.
Por esta razón, para el abogado queda claro que ambos ocultaron información certera sobre lo ocurrido: “O sea, vieron muchas cosas, y no las dijeron acá. Entonces sí, sin ninguna duda se han guardado información muy importante”.
A pesar de haberomitido información esto no fue un óbstaculo para que la Fiscalía pudiera demostrar claramente cómo fue el asesinato de Fernando Báez Sosa. "Hay tanta prueba, tantos testimonios, que los testimonios de ellos no eran tan relevantes para nosotros", indicó el letrado y concluyó: "Queríamos quizás señalar algunas cositas pero no eran esenciales para nuestra tarea"