Mellisa Lucio fue declarada culpable en 2008 por un jurado del condado de Cameron del asesinato de su hija de dos años, Mariah Elizabeth Álvarez. En aquel entonces, el jurado había determinado que Melissa había "golpeado y torturado" a su hija hasta la muerte.
Por lo tanto, tras 14 años, este 27 de abril, la madre de la nena finalmente podría convertirse en la primera mujer latina en ser ejecutada en el estado de Texas. Sin embargo, a diferencia del caso Lucio Dupuy, grandes grupos sociales y hasta estrellas de Hollywood están luchando para que se de marcha atrás con la sentencia Melissa, alegando que hubo errores en la investigación y que es "inocente".
En ese sentido, luego de que la mexicana-estadounidense haya pasado 14 años en la cárcel, sus abogados sostienen que una nueva revisión del material probatorio del caso demuestra que Melissa es inocente y que fue presionada para entregar una confesión bajo presión.
Con tal motivo, para lograr que la ejecución se suspenda o, por lo menos, se aplace por 120 días más, la defensa de Melissa presentó una solicitud de clemencia ante la junta de perdones y fianzas del estado de Texas.
Según señalaron medios locales, la solicitud cuenta con el apoyo de más de 80 legisladores estatales tanto demócratas como republicanos y de cuatro de los miembros del jurado que sentenció a la mujer en su momento, por lo que, deberá ser aprobada por la junta de perdones y por el gobernador del estado Greg Abbott.
En tanto, los miembros del jurado que firmaron la solicitud de clemencia argumentaron que tenían "serias preocupaciones" de que se les hubiera ocultado información durante el juicio inicial, y aseguraron apoyar una reducción de los cargos.
Detalles del caso
Según las declaraciones que Melissa Lucio le dio a la policía en aquel entonces, señala que durante una mudanza, el 15 de febrero de 2007, su hija Mariah Elizabeth Álvarez se quedó sin supervisión adulta mientras sus padres estaban ocupados.
Cabe recordar que, en ese entonces, la familia vivía en un pequeño apartamento de dos habitaciones en el segundo piso de un edificio localizado en la ciudad de Harlingen.
Continuando con su relato, Melissa explicó durante el interrogatorio que, cuando se dio cuenta que Mariah no estaba en el apartamento, salió a buscarla y la encontró llorando al pie de las escaleras, con algo de sangre en los dientes de abajo. No obstante, al no encontrar otras heridas, la madre continuó con las tareas del día.
Sin embargo, luego de dos días, el 17 de febrero, hacia las siete de la tarde, el papá de la niña llamó al servicio de emergencias 911 porque Mariah no estaba respirando. La nena de dos años se había quedado dormida en la cama de sus papás y nunca volvió a despertar.
