Días antes de estrenar Memorias desordenadas (TV Pública, sábados a las 21), el programa periodístico con el que La Señora Televisión vuelve a la pantalla luego de dieciocho años, GENTE la acompañó en su primera grabación. La intimidad, el regreso a pura emoción y una nota emotiva en la que Lidia Satragno rememora sus primeros minutos frente a la pantalla chica.
Cuando GENTE apareció por primera vez en los kioscos de revistas, allá por 1965, Lidia “Pinky” Elsa Satragno (hoy 83) ya llevaba nueve años al aire, y su fama era tal que la tercera edición ya la tuvo como portada (después de las de Cacho Fontana y María Concepción César). Un estado de gracia que mantuvo por décadas y programas. Al punto que las notorias y aplastantes horas televisivas –en un momento quisieron darle el Récord Guinness– llegaron a convertirla en uno de los personajes fundacionales de la pantalla chica argentina, bajo el nombre de La Señora Televisión con que acaba de regresar para Memorias desordenadas, su nuevo ciclo periodístico, a sesenta y tres años de su debut allí.
–Pinky, ¿qué sintió volviendo a un estudio después de diecinueve años?
–Ay, que estaba en un lugar sagrado, porque eso es un estudio de televisión para mí. Además, de alguna manera me transporté otra vez a San Justo, donde nací. Es que yo no puedo caminar por los pasillos de Canal 7 sin pensar en el cambio fundamental que ha tenido mi vida gracias a este canal, al que siento que le debo mi carrera televisiva.
–¿Tanto?
–¡Y sí! Yo pensaba ser doctora en Ciencias Económicas. Trabajaba en la Municipalidad de La Matanza, cuando a los veinte años me preguntaron si me animaba a hacer todos los días en televisión un comercial de un minuto en vivo. Calculá que yo no tenía un aparato en casa –ni nadie por entonces–, y a duras apenas había visto un programa desde la vereda. La gente se paraba a verla en las vidrieras.
–¿Cómo recuerda aquel primer día?
–¡Intrigante! Llegué al estudio, que era una pieza del hotel Alvear en la que había más gente que la que cabía: dos camarógrafos, un sonidista y siete locutores. Yo lucía un jumper negro, una blusa rosa con el cuello volcado y un collar con dijes de corazones que salían por debajo... Y así me vi en mi primera transmisión.
–Lo cierto es que luego de tantos programas y de tanto tiempo, ahora regresa a la pantalla en el mismo horario que Mirtha Legrand (92).¿Alguna vez habían estado las dos simultáneamente?
–No, es la primera vez en la historia que Chiquita y yo vamos a estar en esta situación.
–¿Qué siente por ella?
–Siempre la quise mucho, y ella también ha sido siempre muy cariñosa conmigo. Cuando llegó a la tele, yo ya estaba hacía unos años. Para mí, después de verla en el cine, fue una emoción muy grande verla nacer en esa nueva faceta.
–¿Pero se acuerda de su debut?
–Sí, ¡todavía me acuerdo como si fuera hoy de cuando Chiqui llegó a la televisión!
Fotos: Alejandro Carra, archivo Atlántida y gentileza Productora de Contenidos.