"Ustedes necesitan saber y nosotras necesitamos hablar", dijo esta mañana Agustina Kämpfer durante una conferencia de prensa de Periodistas Argentinas en la que se compartieron testimonios de las afectadas por las inapropiadas conductas del periodista Pedro Brieger en el ámbito laboral y académico.
Luego de una intensa organización para contener a las víctimas –muchas de ellas no habían podido contar sus experiencias de acoso hasta ahora–, el colectivo que nuclea a más de 200 periodistas presentó en el Senado el informe titulado Cultura del acoso: Punto y Aparte y le exigió disculpas públicas a su victimario.
"Nuestro objetivo es que pida disculpas públicas, organizarnos y abrazarnos hasta lograrlo"
Parte del informe que leyeron Nancy Pazos y otras referentes retoma que en el año 2010 la periodista Agustina Kämpfer expresó públicamente en un programa de televisión que el periodista Pedro Brieger, flamante ganador del premio Martín Fierro, era 'un acosador', pero que nadie la escuchó.
"Catorce años después y a partir de una nota de Alejandro Alfie que daba cuenta de un juicio laboral que Brieger había ganado, la periodista Cecilia Guardatti comentó el posteo de esa noticia en las redes sociales y denunció su conducta acosadora. Esta vez, alguien escuchó", recapitularon durante la conferencia que fue transmitida en vivo. A partir de la investigación de Alfie, que citó cinco casos de profesionales afectadas por la conducta de Brieger "se quebró el silencio".
"No es el objetivo de este informe el escrache. Lo motiva la necesidad de terminar con la cultura del acoso, que este caso nos revela en toda su compleja dimensión. Encarna en una persona, pero también desnuda responsabilidades institucionales de medios públicos y privados, instituciones académicas públicas y privadas y todos y cada uno de los contextos y personas que silenciaron y naturalizaron estas violencias que son imposibles de soportar", aseguraron.
Los duros testimonios de algunas de las 19 afectadas
Entre los casos citados figuran periodistas, corresponsales, alumnas y vecinas, "chicas a las que les llevaba 20 años o más". Uno de ellos fue el que sufriera una trabajadora de la TV Pública en 2005: “Era redactora del noticiero nocturno y de Visión 7 Internacional. Tenía con él una relación amable, hasta que un día, estando sola en control, él entró y se colocó detrás de la silla en la que estaba sentada. Estaba trabajando, cuando siento que me agarra el cuello y luego mete la mano por adentro de mi pullover y comienza a tocarme. Sentí asco y humillación. Me levanté inmediatamente, fui a la redacción y se lo conté a mis compañeros, que como respuesta se rieron”.
Otro de los testimonios que recava el informe fue de una periodista en el contexto de una conferencia internacional. Aquí sus palabras: “Trabajo como corresponsal en Medio Oriente y Asia desde hace años, cubriendo las noticias desde el lugar de los hechos. Como directora de un curso a corresponsales, lo invité a dar una charla. Luego de la conferencia fuimos a almorzar. Inmediatamente comenzó a preguntarme si me masturbaba, a decirme que no me veía bien, que estaba seguro de que mi novio no me satisfacía, y a contarme sus inclinaciones sexuales".
Y continúa: "Le dije que no me interesaba hablar de nada de eso, pero él no se detuvo. Luego de ese episodio, comenzó a enviarme mensajea. '¿Hiciste los deberes? ', me preguntaba. Se refería a lo que me había dicho en ese almuerzo: si me había masturbado frente al espejo. Yo sufrí un abuso en mi infancia, y esa situación me quebró de manera tal que siento aún en el cuerpo, en los huesos, el dolor de la humillación que me provocó no haber podido frenarlo con más determinación”.
A continuación, el testimonio de una alumna, quien sufriera el acoso de Brieger en 2010. "Tenía 25 años, daba mis primeros pasos en el periodismo. Él era bastante más grande que yo y un referente en temas internacionales. Cuando me presenté, le dije que quería dedicarme de lleno a lo internacional, que me gustaría que me contemplara si encaraba una búsqueda laboral. Me dijo que no tenía nada concreto para ofrecerme, pero que podía ayudarlo con las noticias sobre Siria, algo que comencé a hacer sin percibir un salario".
Y concluye la afectada: "Este trabajo no remunerado se mantuvo unos meses y a la par cursé su materia de Sociología de Medio Oriente (UBA). Un día fui a hacerle una entrevista para un portal digital en el que trabajaba. Me citó en el centro cultural Caras y Caretas, donde hacía su programa de radio, en la AM750. Fuimos al hall y mientras lo entrevistaba se masturbó ahí mismo, delante mío, mientras yo le pedía por favor que no lo hiciera. Había gente cerca, pero no le importaba nada. Me llevó años entender que no había tenido la culpa”.
Una de las 19 de denuncias que presentó el colectivo fue la de Gisela Busaniche, que hizo público en sus redes que fue acosada por Brieger cuando tenía 25 años y era productora de Canal 7. "Lo guardé durante años. Sentía asco, miedo, vergüenza", relató la periodista de Telefe Noticias en un hilo de Twitter.
El análisis de las recurrentes conductas de Brieger
"Identificamos conductas recurrentes y sistematicidad, con otra claridad. Exhibicionismo sin consentimiento de sus genitales o directamente masturbación, y aún cuando las mujeres le pidieran que no lo hicieran. Conversaciones explícitas en contextos laborales para someter a sus interlocutoras. Se aprovechaba de situaciones en las que no podían pedir ayuda, como habitaciones de hotel convertidas en un lugar de encuentro laboral, pasillos, camarines en los que ha dejado afuera a otros hombres, salas de control vacías e incluso lugares públicos, para asegurarse de que las afectadas se vieran obligadas a no interrumpir su trabajo", compartió Nancy Pazos durante la conferencia.
Las periodistas dejaron en claro que las situaciones de acoso sexual en el ámbito laboral e institucional por parte de Brieger se llevaron a cabo en momentos en los que "ejercía autoridad en vínculos asimétricos, como jefe periodístico, director de proyectos y profesor en la posición de ofrecer o quitar empleo". Y explicaron: "Las afectadas cargan con el peso de denunciarlo en la justicia, pero ¿cómo hacer justicia en estos casos?".
Periodistas Argentinas pidieron que se legisle el acoso sexual laboral y que haya medidas reparatorias
Si bien hay leyes para penalizar el acoso callejero, no las hay para hacerlo en el caso de acosos en el ámbito laboral y académico. Es por eso que Periodistas Argentinas exigió "que se legisle sobre este tipo de conductas abusivas. No es lo mismo un exhibicionista que un colega o un profesor en una posición dominante. La asimetría de poder busca despojar de algo a la víctima". Y somos conscientes de ". Y agregaron: "Somos conscientes de la que las leyes no garantizan la protección de las mujeres".
Es por eso que las periodistas también resaltaron "la falta de reglamentaciones y el desconocimiento de la sociedad de las normas relevantes en la materia". Además, señalaron que "la desfinanciación para prevenir la violencia agrava estos diagnósticos". A partir de ese análisis, las colegas de las afectadas exigieron "medidas reparatorias que garanticen la erradicación de estas conductas para poder trabajar y estudiar en ámbitos respetuosos".
También pidieron que tanto en los medios de comunicación públicos y privados como en las facultades donde se produjeron estos hechos se hagan campañas para la erradicación del caso y "que mantengan procedimientos claros e informados para canalizar denuncias, mantener la confidencialidad de las afectadas y resguardarlas de la revictimización".
Por otra parte reclamaron: "Le exigimos a Pedro Brieger que pida disculpas públicas a todas las afectadas. Ese es nuestro objetivo, y organizarnos y abrazarnos hasta lograrlo". Para concluir, compartieron el siguiente texto: "Ya no está sola, ya no es loca, ya no es exagerada. No tiene mi nombre. Tiene los nombres de todas las que sintieron asco, culpa y miedo. Esas voces me recuerdan 'esto también me pasó a mí'".
Fotos: gentileza Juan Valeiro
