Alemania ha suspendido durante tres meses la obligatoriedad de presentar el pasaporte Covid para ingresar en el país a partir del 1 de junio, según aprobó el miércoles el Consejo de Ministros del gobierno de Olaf Scholz.
De acuerdo con esta regulación, los viajeros no deberán presentar el documento que acredita que están vacunados, que superaron la enfermedad o un test negativo reciente, la llamada regla de las 3G -por geimpft, genesen o getestet, que significa vacunado, sanado o en posesión de un test negativo-.
Sí se mantienen normas estrictas para los viajeros procedentes de países dominados por las variantes más agresivas del COVID-19, que deben guardar 12 días de cuarentena independientemente de si están o no vacunados.
Actualmente no hay ningún país bajo esta calificación, según los parámetros del Instituto Robert Koch, aunque se mantiene la norma por si en el curso de estos tres meses volviera a darse esa situación.
"Hasta el final de agosto dejaremos en suspenso la regla del 3G", explicó el ministro de Sanidad, el socialdemócrata Karl Lauterbach, en declaraciones al grupo mediático Funke.
La decisión del Consejo de Ministros se produce tras un periodo continuado de descenso de nuevas infecciones. La incidencia semanal por 100.000 habitantes se situó hoy por primera vez en meses por debajo de los 300 casos.
Pasaporte Covid en España
Por su parte, España ya no someterá a los controles sanitarios a los viajeros que lleguen al territorio español procedentes de países asociados al espacio Schengen (zona de libre circulación en Europa), ya sea por vía aérea o marítima, según publica este jueves el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Según la nueva resolución del Ministerio de Sanidad español, se mantienen los controles para los viajeros que no procedan de la Unión Europea ni de países asociados a Schengen y que incluyen, al menos, la toma de temperatura, un control documental y un control visual sobre su estado físico.
Sanidad justifica este cambio por la mejora de la situación epidemiológica de la pandemia, que está haciendo que muchos Estados miembros de la UE ya no exijan que los viajeros de dentro de la Unión presenten certificados covid ni tampoco impongan otras restricciones.
También por las altas tasas de cobertura vacunal en España (más del 92 % con pauta completa), por encima de la media de la Unión Europea, y por la situación favorable del sistema sanitario español, que no se encuentra tensionado por los pacientes de COVID-19.