La variante Ómicron del coronavirus ha sido ya detectada en 77 países, aunque probablemente está ya presente en todo el mundo, y se está expandiendo "a un ritmo que no habíamos visto en ninguna de las cepas anteriores", alertó hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS).
"Probablemente ya está en la mayoría de los países, incluso en los que aún no ha sido detectada", reconoció en rueda de prensa el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien manifestó su preocupación por que gran parte de la sociedad haya bajado la guardia ante esta evolución del virus, que casualmente coincide con las fiestas de fin de año.
Además, Tedros agregó: "Nos preocupa que la gente considere ómicron como algo leve, sin duda ya hemos aprendido antes que subestimar este virus es peligroso", remarcó el titular de la OMS, y señaló: "Incluso si ómicron causa menos casos graves, un fuerte aumento de los contagios puede nuevamente colapsar sistemas sanitarios no suficientemente preparados".
Asimismo, Tedros Adhanom Ghebreyesus ha insistido en que "las vacunas por sí solas no van a sacar a ningún país de esta crisis", ya que la transmisión del coronavirus debe enfrentarse por otros medios, incluyendo el uso de mascarillas, el evitar lugares concurridos, la buena ventilación o la higiene de manos. "Practiquen todo ello, consistentemente, y de la forma correcta".
En ese marco, el director general de la OMS indicó que la aparición de Ómicron empujó a algunos países a poner en marcha campañas de dosis refuerzo para toda su población adulta. Sin embargo, lo que al organismos le preocupa es que estos programas repitan el acaparamiento de vacunas y exacerben la inequidad de dosis contra el Covid-19 que ha perdurado todo este año.
Cade recordar, que Europa se encuentra atravesando por un retroceso sanitario, en el que países como Alemania, Francia, Austria, e Italia, entre otros, han tomado medidas para contener el incremento de los casos de coronavirus, aplicando breves cuarentenas en sus territorios, como fue el caso de Francia, o restringiendo nuevamente la realización de eventos masivos, como también apertura de boliches, bares y restaurantes. Estas medidas coinciden con el miedo que está generando en el sistema sanitario de todo el mundo la rápida dispersión de la nueva cepa de coronavirus, Ómicron.