La variante Ómicron del COVID-19 mantiene a las autoridades sanitarias de todo el mundo en alerta. En la mayoría de los ciudadanos, los anticuerpos se empiezan a desarrollar días o semanas después y permiten señalar si una persona ha estuvo infectada en el pasado.
Lo cierto es que esta cepa es mucho más contagiosa que las ya conocidas anteriormente y, en la actualidad, todo el mundo conoce la enfermedad, fue contacto estrecho o conoce a alguien que sí la tuvo. Pese a esto, hay otra categoría de personas que tuvieron una mínima señal o malestar que dejaron pasar por alto, y no saben si estuvieron o no infectados de coronavirus.
Los síntomas de la variante Delta y todas las que precedieron a Ómicron se caracterizaron por un conjunto de síntomas únicos (tos persistente, fiebre y principalmente pérdida del gusto y el olfato). Por su parte, la variante sudafricana es más difícil de diagnosticar porque varios indicadores son muy similares a los de una gripe, un resfriado o una simple molestia provocada por los cambios de clima o el uso del aire acondicionado.
Para eliminar dudas, hay una serie de señales que se pueden tomar en consideración para saber si tuvo o no coronavirus. Con el esquema de vacunación completo, los síntomas de Ómicron son leves en personas que tengan el esquema de vacunación completo.
Una señal es la caída de cabello en grandes cantidades o si todos los miembros de una familia estuvieron enfermos excepto uno, es posible que se haya infectado y no lo supiera. Otro indicador son las molestias estomacales.
Por su lado, la Academia Estadounidense de Oftalmología confirmó que la inflamación ocular, o conjuntivitis, puede ser un síntoma de coronavirus, aunque es muy raro. La última señal es una extraña erupción o infección en los dedos de los pies, según un pequeño estudio realizado por un grupo de investigadores españoles.
