Karina Mazzocco (33) e Ignacio Fonda (34), después de diez años de estar
juntos, decidieron separarse. Así de simple. Así de triste. Creen -ellos lo
aseguran- que tomando distancia pueden llegar a ver las cosas con más claridad.
Y juran, antes de que explote cualquier rumor, que no hay terceros en discordia.
Karina, a mitad de camino entre la melancolía y la incertidumbre, habla con la
voz angustiada. Habla, y también se pregunta qué ocurrió en su pareja.
-Antes de empezar por el final de su historia con Nacho, quisiera saber qué fue
lo que la enamoró de él hace diez años…
-Todo. Cuando me enamoré de Ignacio -ahora lo llama así, Ignacio, como poniendo
distancia- veía estrellitas de colores. Todo era muy intenso, repentino y lindo.
Cuando estás enamorado -y lo estuvimos todos estos años de casados- no podés
disociar, y él me invadía por completo.
-Recién dijo "estuvimos casados…". ¿Quiere decir que ya no lo están?
-No, ya no lo estamos. Decidimos separarnos, aunque por ahora ninguno de los dos
piensa en el divorcio.
-¿Hubo celos.?
-Entre nosotros nunca hubo problemas de ese tipo, el tema es más profundo. Lo
nuestro tiene que ver con un crecimiento cronológico desigual. Una pareja no es
igual en el comienzo, a los tres ni a los diez años. Nosotros fuimos cambiando.
-¿Y cuáles fueron esos cambios?
-Empecé a sentir una necesidad de ordenar, de tomar distancia y replantear
absolutamente todo lo que nos estaba pasando.
-Entonces, Mazzocco, hable, queremos saber qué pasó…
-Con Ignacio venimos hablando desde hace bastante tiempo, y de común acuerdo
decidimos cada cosa que sucede con nuestra pareja. Y la decisión fue que yo
dejara la casa en la que vivíamos en Parque Chas. Por ahora, estoy alquilando un
departamento en Recoleta .Creo que si hubiese habido hijos, la decisión habría
sido otra, y yo me habría quedado en la casa con mi familia.
-Pero no hay hijos… ¿Ese fue uno de los problemas de la pareja?
-En nuestro caso, la falta de hijos nos alivió el dolor de la separación. Pero
en el crecimiento de nuestra pareja las cosas no ocurrieron paralelamente. Yo
nunca elegiría la opción de tener un hijo para que un bebé nos salve de una
crisis.
-Se dijo que Ignacio quería tenerlos y usted no…
-Un hijo es la consolidación más profunda de una pareja, y jamás me apuraría a
tomar la decisión de traer un bebé al mundo.
-Pero pasaron diez años y siempre se hablaba de ustedes como el matrimonio
perfecto, de sus ganas de agrandar la familia...
-Creo que nuestro entorno lo estaba esperando más que nosotros. Nunca me sentí
libre, desde que me casé me están persiguiendo con ese tema.
-¿Tardó en tomar la decisión y contarle a Nacho lo que usted pensaba?
-Nosotros siempre tuvimos -y tenemos- buen diálogo. Nunca nos hicimos los
dormidos, ni inventábamos excusas tontas, ni nos esquivábamos para no hablar de
los problemas. Decidimos separarnos y creo que fue una decisión muy saludable. A
veces, cuando uno toma distancia, ve las cosas más claras.
-Entonces…
-Me fui a vivir sola para poder reflexionar, para poder salvar mi pareja.
Queremos mejorar esta historia de amor. Nos separamos, pero no nos divorciamos.
-¿Probaron hacer terapia juntos?
-No. La terapia de pareja es ideal para personas que no pueden tener buen
diálogo, cuando no hay amor o en los casos en que hay un tercero en discordia.
Nada de eso nos pasa. Igual yo sigo yendo a mi psicóloga una vez por semana.
-¿Qué significa estar separada?
-Es raro, siento que esto puede salir bárbaro o puede salir mal, pero decidimos
tener cada uno nuestro espacio para poder pensar. Me siento más libre que nunca.
Esta separación la estoy tratando de vivir con alegría porque tiene que ver con
el no conformarse con todo. Soy una mujer libre que quiere reescribir su
historia de amor. De ahora en más, vamos a elegir cuándo queremos estar juntos.
-¿Entonces jura que no hubo terceros en discordia? Se rumoreó que usted tendría
un acercamiento con un alto ejecutivo de Canal 13…
-Para nada. Te aseguro que, simplemente, quiero salvar mi matrimonio para vivir
for ever and ever con Nacho.
-¿Cómo fue ese momento en que armó sus valijas para dejar la casa en la que
vivió tantos años?
-Fue bastante fuerte. Estaba sola en casa y quise hacerlo así, de a poco. Me
parecía muy cruel armar una valija entre los dos. Me fui llevando las cosas que
más necesitaba. Y de a poco me fui acomodando en el departamento que alquilé.
-¿Se llevó fotos de los dos?
-Solo una. Las restantes las guardo en mi cabeza y en mi corazón. Nunca me voy a
olvidar de nuestra luna de miel en Puerto Rico, de cuando estábamos entre los
dos construyendo nuestra casa o de las vacaciones en Cuba, este último verano.
Sí, me emocionó (se le llenan los ojos de lágrimas) es que siempre soñé con
vivir una relación perfecta y eterna. Sin embargo, entramos en crisis…
Intentamos salir pero no pudimos.
-¿Qué siente cuando llega a su nueva casa?
-Atravieso diferentes vivencias: alegría, tristeza. Hay momentos en los que me
siento sola y otros en los que soy muy libre. Pero tengo en claro que esta
decisión tiene que ver con el crecimiento. Es la primera vez en mi vida que vivo
sola, que cocino cuando tengo hambre, escucho jazz cuando se me da la gana y
miro lo que quiero en la tele. Ahora el control remoto lo manejo yo. Pero
también hay momentos en que extraño mucho mi otro mundo.
-Pero entonces él sigue ocupando el otro lado de la cama…
-No. Nuestros encuentros son fantásticos, pero ya no dormimos juntos. Entre
nosotros no se desgastó la pasión. Ahora me puedo desparramar en la cama y nadie
me va a destapar. También creo que es fantástico dormir en pareja.
-¿Cómo fue su primera noche sola?
-Me cociné unos fideos espantosos. ¡No tenía ni sal! En la pared de la cocina
tengo un espejo y cuando me puse a comer, me miré y tuve una sensación horrible.
Ahora me llevo la comida a la cama y miro televisión para no sentir el silencio.
-¿Y qué dijeron sus padres de la separación?
-Ellos están casados hace cuarenta años. Al principio hubo un interrogatorio, no
entendían en qué pudimos haber fallado.
-Usted una vez dijo que admira a las parejas que pueden vivir un solo amor…
-Sí. No creo que haya parejas perfectas, que nunca hayan tenido crisis. Yo sigo
admirando los que viven un único amor, pero no quiero que la vida me pase por
encima. Y por eso tomé la decisión de separarme.
por Pablo Procopio
fotos: Santiago Turienzo
asistente: Gustavo Sancricca
producción: Inés Azumendi
peinó: Juan Manuel Cativa para Roberto Giordano
agradecimientos: Fabián Medina Flores, Trosman, Caro Cuore, Susila Tantrik,
Bocatta y La casa de Angie
Un hijo es la consolidación más profunda de una pareja, y jamás me apuraría a tomar la decisión de traer un bebé al mundo".">
La conductora de Grandiosas dice que ni ella ni su ¿ex? pareja se han planteado el divorcio definitivo. Y frente a los rumores que indican que Ignacio deseaba tener hijos y ella no, responde: "Un hijo es la consolidación más profunda de una pareja, y jamás me apuraría a tomar la decisión de traer un bebé al mundo".
Es la primera vez en mi vida que vivo sola. Cocino cuando tengo hambre, escucho jazz cuando se me da la gana y miro lo que quiero de la tele. Ahora el control remoto lo manejo yo"">
"Es la primera vez en mi vida que vivo sola. Cocino cuando tengo hambre, escucho jazz cuando se me da la gana y miro lo que quiero de la tele. Ahora el control remoto lo manejo yo"