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"Nuestro amor es muy sano"

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El teléfono de la casa de Moria suena cuatro veces. Nadie atiende y entonces se activa el contestador. Se escucha la voz de Sofía Gala: "Para toda la gente…". La voz de Alejandro Antón, su novio, completa la frase:
"…que piense que no hay amor…". El remate es un grito de ambos, a coro: "¡Te amo!". Por último se oye un largo beso. Después, el bip.

Ella tiene 15. El, 39. Porque la diferencia de edad es exorbitante; porque ella es un personaje público y ocupa lugar en los medios; porque él lo negó primero y lo admite ahora, son, por lo menos, una pareja polémica.
Ahora, con la relación blanqueada luego de que se los viera entre mimos y besos que no dejaron el resquicio de ninguna duda, Sofía y Alejandro, en la costa de San Isidro, de cara al Río de la Plata, hablaron con
GENTE de su relación.


-La primera pregunta es directa. ¿Este es un amor de verdad?

-(Los dos se miran cómplices, se toman de la mano). Sí, estamos muy
enamorados
.

Sofía:
-Nosotros quisimos intentar resguardar nuestro amor y no hacerlo público. Por eso nos sentimos muy mal cuando vimos ese video por la televisión. Violaron nuestra intimidad.

Alejandro:
-Hacer pública nuestra historia fue un atropello. Yo soy una persona ajena a los medios, soy un profesional que siempre decidió mantener un perfil muy bajo y no entrometerse en escándalos. Por eso no quiero hacer de este amor un problema nacional. Queremos vivir esto de la manera más tranquila y sana, como siempre fue hasta este momento.

Ella es, sencillamente, la hija de Moria. El, un cirujano plástico, de bajo perfil, veinticuatro años mayor, padre de tres hijos (todos varones, los mellizos de siete años y el mayor, de diez) y admirador de Moria. A tal punto que en la casa de sus padres aún tiene guardada la tapa de GENTE donde la diva presentó en sociedad a su beba recién nacida. Por entonces, él ya era un hombre de 24 años. 

¿Y qué dice Moria, la madre, de esta historia? "La primera vez que salieron -recuerda la actriz-,
ella me vino a pedir permiso y contó con mi aprobación. Nunca se me cruzó la idea de que Alejandro la quería para coquetear, y creo que ella no debe reprimir lo que siente. Alejandro es muy buena persona, muy trabajador. Como novio de mi hija, me deja muy tranquila".

Puede parecer extraño, pero Sofía y Alejandro se conocieron gracias a Moria. La actriz va al gimnasio Las Olas Bulevard, de Martínez, el mismo al que iba un amigo de, ahora, su yerno. "Un día Sofía me acompañó al gimnasio y cuando se miraron con Alejandro los dos quedaron encandilados", dice Moria, quien después de la clase se duchó y se fue a comer a la planta baja, mientras Alejandro y Sofía se quedaron tomando algo en el primer piso. Ellos hablaron y hablaron hasta que Moria los "despertó" y le insistió por enésima vez a su hija que se les hacía tarde y debían irse. "Entonces me llevé la campera de cuero de él y Ale se llevó mi buzo negro del Potro Rodrigo. Mamá quería que le devolviera a Alejandro su campera. Nosotros intercambiamos la ropa para tener otra excusa y volvernos a ver", dice Sofía. 

Después vino un encuentro más, y otro, y otra charla, hasta que de pronto, sin saber bien de qué manera, a Alejandro le agarró un shock por lo que estaba empezando a sentir. "En un primer momento me resistí a enamorarme de Sofía por su edad, pero ella me demostró con el tiempo que es una persona muy inteligente, divertida y madura, que no era un capricho lo que sentía por mí. Además, Sofía me encanta físicamente. Cuando me di cuenta de todo eso y de que estaba enamorado, decidí tomar distancia y nos separamos por un tiempo, porque yo tuve mucho miedo del amor que en determinado momento llegué a sentir", dice Alejandro, antes de que Sofía se entrometa en la conversación una vez más: "Yo ese tiempo estaba muy mal, me peleaba con todo el mundo, hasta con mi mamá. Escribía canciones y pensamientos en un cuaderno, hasta que un día no aguanté más y fui a verlo, le regalé mi cuaderno, le dije que no podía dejar de pensar en él y desde ese momento no nos separamos más".


-¿Entonces, Alejandro, le fuiste a pedir la mano de Sofía a Moria?
Alejandro:
-No, la mano no. Pero sí le fui a expresar todo lo que sentía por su hija. Al principio tuve pudor por cómo ella lo iba a tomar, pero Moria es una persona de una gran entereza, muy sensible, y lo entendió perfectamente. Se dio cuenta enseguida de que yo no quería a Sofía como un pasatiempo, ni cumplir esa fantasía morbosa que tienen los hombres de estar con colegialas. Yo a Sofía la quiero de verdad, la quiero como la mujer de mi vida y lo nuestro siempre fue muy sano.

"…Muy sano -repite Sofía como un eco y luego continúa. No queríamos dar a conocer nuestro amor por un video y en un programa de televisión, porque estoy viviendo una época en la que quiero resguardar toda mi intimidad. Además, es mentira que nos comprometimos el día de mi cumpleaños, como dicen algunos medios, nosotros nos vamos a comprometer el 14 de febrero, porque es el día de San Valentín y hace más de tres meses que estamos de novios. No queremos que nos vean como bichos raros y hagan de esto una polémica. A mí nunca me importaron los veinticuatro años que él me lleva".

-¿Seguro?
Sofía:
-Veinticuatro años no es nada cuando hay amor. Mi bisabuela se casó a los 14 años con un hombre de treinta y pico y fue muy feliz. A los veintidós ya tenía nueve hijos y vivió muy contenta toda su vida. Eso es precisamente lo que yo quiero, ser feliz.


-Esta pregunta sería muy normal si no fuera porque tenés quince años. ¿Deseás tener hijos?
Sofía:
-Por ahora, no. Pero me gustaría casarme y tener muchos… Yo soy muy Susanita, ¿viste?. Y no estoy quemando ninguna etapa, como dicen algunos. Mi mamá, desde que nací, me enseñó a ser libre y a no reprimir mis sentimientos. Por eso nunca me voy a cansar de agradecerle todo el amor que me dio y me da en esta vida, porque me sirvió a mí para aprender y dar amor a las otras personas. 

-¿Qué les dice la gente por la calle?
Sofía:
-No todo el mundo va a ver bien lo nuestro, pero en la calle las señoras grandes nos alientan para que sigamos defendiendo nuestro amor. Quizá se sienten identificadas porque ellas también se casaron con hombres mayores. 

-¿No ves en Alejandro una figura paterna?
Sofía:
-No. Yo a Alejandro lo veo como al hombre que amo.


-¿Qué cosas los enamoró del otro?
Sofía:
-A mí me encantó su mirada.

Alejandro:
-A mí me sorprendieron su bondad, su simpatía, su inteligencia y su cuerpo. 


-Sofía, ¿seguís pensando en que una mujer debe llegar virgen al matrimonio?
Sofía:
-Eso es una cuestión muy íntima, y no quiero que se metan en mi cama.

por Pablo Procopio
fotos: Fernando Arias y Christian BelieraSofía y Alejandro, abrazados en la costa de San Isidro. Dicen que su amor es verdadero y que no les importa la diferencia de edad. Me sorprendió su bondad, su inteligencia y su cuerpo", dijo él.">

Sofía y Alejandro, abrazados en la costa de San Isidro. Dicen que su amor es verdadero y que no les importa la diferencia de edad. "Me sorprendió su bondad, su inteligencia y su cuerpo", dijo él.

La imagen sexy que Sofía Gala construyó en estos últimos años. Desde que nací, mi mamá me enseño a ser libre y a no reprimir mis sentimientos", explica.">

La imagen sexy que Sofía Gala construyó en estos últimos años. "Desde que nací, mi mamá me enseño a ser libre y a no reprimir mis sentimientos", explica.

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