Estirpe. Esa tal vez sea la palabra para definirlas: estirpe. Porque las tres –cada cual a su modo– se plantan frente a una cámara casi diciendo: “¡Sé cómo se hace esto!”. Lógico, se hace con actitud, tal vez una de sus mayores herencias. Sí, herencia. Basta reparar en sus nombres y apellidos para averiguar de qué hablamos: Paulina Trotz (23), Mía Flores Pirán (18) y Manuela Viale (18). ¿No le suenan? Va una ayuda: son hijas, respectivamente, de María Laura Fernández Rousse (una de las Trillizas de Oro), Ginette Reynal e Ignacio Viale (padre de Juanita y Nacho). ¿Ahora comprende a qué nos referimos?
MANUELA VIALE:
“COMO A JUANITA, NO ME VA QUE SE METAN EN MI VIDA”
Nació en el ’91. Las amigas le dicen China. Sus padres son Ignacio Viale y Mariana Virasoro. Tiene tres hermanos: Juanita, Nacho y Matías, los primeros, mayores, por parte del padre (de su matrimonio con Marcela Tinayre). Vive en Recoleta y en Palermo, y duerme en una casa u otra según tenga ganas. Trabaja con la agencia 121 Group, liderada por su hermano Nacho. Tiene un tatuaje en la espalda que reza “Sea Turtle” (tortuga marina). Es de Géminis y advierte que posee un carácter “complicado”. Cursa el 5º año en el colegio San Tarsicio y estudia canto en la escuela de Julio Bocca. Piensa ser maestra jardinera. Hoy, afirma, “soy modelo para divertirme: no me lo tomo como mi gran carrera a futuro. Y elijo lo que quiero hacer y lo que no”, asegura. De la misma manera que, cuenta, se lleva muy bien con Juanita. “Hablamos de todo; adoro su modo de ser”, apunta antes de confesar que anda “solita y sin apuro”.
–Por tus hermanos conocés bien los medios. ¿Te tienta trabajar en ellos?
–Más o menos. La paso bárbaro haciendo fotos, pero no me van mucho los periodistas: me da cosa que me pregunten sobre mi vida privada. Prefiero mantenerme al margen de la fama... mejor dicho, mantener para mí las cosas que hago.
–Pero en esta profesión que elegiste te exponés a ser “famosa”. Lo sabés…
–Pasa que lo hago porque me entretiene y me permite ganar mi plata. Nada más. La competencia que hay en el ambiente del modelaje es lo que menos me gusta. Ni a palos me pongo a competir con una compañera.
–¿Le tenés miedo al escándalo, a exponerte a situaciones como las que vivió Juanita?
–No me va que se metan en mi vida. Como a Juana. Ella en realidad es re tranqui. Los medios la pintan de una manera, pero ella es re familiera y calma. Para mí es una buena referencia, aunque tal vez trataría a la prensa de una manera distinta. Además, preferiría no salir con alguien famoso. Igual, Juana me parece una genia. Hace y dice lo que quiere, no le importa nada. Si alguien le dice de mala manera “no podés hacer esto”, ella va y lo hace.
–¿Cómo se llevan?
–Bárbaro. Hablamos de todo: de hombres, de trabajo, de gente. Charlamos mucho.
–¿Hablaste con Mirtha Legrand sobre esta carrera?
–Ella fue la que me dijo que podía ser modelo.
MIA FLORES PIRAN:
“CON MAMA PUEDO HABLAR DE SEXO Y DE LO QUE SEA”
También forma parte de la generación 1991. Pisciana, integra el staff de Hype Management y es hija de José Manuel Flores y de la ex modelo Ginette Reynal. Tiene tres hermanos y dos hermanas. No maneja ni sacó registro “porque soy muy mala al volante”. Sin embargo, apenas termina la entrevista llama a mamá Ginette y le pide que al día siguiente la lleve a tramitar la licencia. Vive en San Isidro y egresó en 2008 del colegio Southern Cross. Está estudiando para ser chef, aunque su comida favorita son los sándwiches. Además de Gastronomía, Mía piensa estudiar Psicología o alguna otra carrera humanística. Dice ser hipersensible, “de las que lloran por todo, igual que mamá. Todo me pasa por la emoción. Cuando siento que tengo algo para decir, no puedo callarme”, define. Está de novia hace un año. Y lo primero que hace cuando se despierta es saludar a su mamá.
–¿Cómo te llevás con Ginette?
–Muy bien. Somos parecidas. Por eso antes chocábamos todo el tiempo, pero ahora no. Es muy buena madre y me ayuda en siempre, en cada cosa que necesito.
–¿En tu carrera como modelo también?
–Obvio. Además, me sirvió ver su experiencia en el medio. Como mamá, es una grossa. Ojo, no la considero una amiga. Mantengo la distancia. Es mi madre, eh. Alguien con quien puedo hablar de sexo y de lo que sea. Aunque viene de otros tiempos, no es nada estructurada. Siempre me transmite lo que piensa y siente con total sinceridad.
–¿Hay algo de su carrera que no te haya gustado?
–Lo que menos me gusta es esto de la fama. En lo personal, prefiero guardar mi privacidad. También quiero tener una formación profesional sólida. No siento que sea suficiente para mí ser sólo modelo. Aunque, en especial, si me preguntaras qué deseo para el futuro, te respondería, como cualquier chica de nuestra edad: “Ser feliz con lo que nos toque en la vida”.
PAULINA TROTZ
“ME SUPER DIVIERTO SIENDO UNA RATA DE LABORATORIO”
Es de Cáncer y pertenece a la agencia Chekka Buenos Aires. De lunes a viernes vive con sus primas en un departamento de Recoleta (“Somos cuatro mujeres solas”) y los fines de semana, en la casa familiar de Pilar, junto a mamá María Laura, papá Ernesto Trotz y dos de sus hermanos, Bárbara y Ernesto. Entretanto, hizo una tecnicatura en Música y está en cuarto año de Biología, en la Universidad de Buenos Aires. “Estudio porque quiero dedicarme a la Biología. Me súper divierto siendo una rata de laboratorio. Si trabajo de modelo es porque lo disfruto y me permite manejar mis tiempos. Si me obligaras a abandonar una de las dos carreras, no sabría qué decirte”, duda.
Para los curiosos aclara: está de novia con un muchachito que no es fácil de pasar por encima: Gonzalo Tiesi, rugbier made in San Isidro Club, que juega en Inglaterra y hoy integra el aguerrido equipo de Los Pumas. ¿Pasado “oscuro”? Nada. Apenas “un rumor que inventaron los medios”, según el cual salió con el príncipe William de Gales, el hijo de Lady Di. “Uh… eso fue bien bizarro. Un día me desperté y leí que había salido con él… La verdad es que apenas lo conocí en un partido de polo que disputó acá, porque yo era amiga de los chicos con los que jugaba. Charlamos y punto. Encima estaba de novio. Inventaron cualquier cosa, pero todo resultó muy divertido. ¡Hasta llegaron a compararme con Máxima Zorreguieta, especulando en cómo iba a ser mi vestido de novia!”.
–¿Cómo es ser hija de alguien famoso?
–Recién ahora soy “hija de” Laura; antes era “hija de” Ernesto, el polista. Lo gracioso es que me dicen “sos la hija de las Trillizas”. No de una... ¡de las tres! Me encanta saber de dónde vengo, que mi mamá y mis tías fueron conocidas.
–¿Las veías en la tele?
–Ya de grande me enganché con La tres Marías cuando estaban en ATC. También iba siempre al teatro. Un día se enfermó el tipo que iba adentro de un ratón, y como yo me sabía la obra de memoria, me calcé el traje y lo reemplacé. Un poco porque me gustaba ser artista, terminé estudiando música.
–¿Te ves de botinera?
–(Ríe) En este momento podría ser una botinera de botines con tapones de acero, de rugby. Pero yo me intereso en la persona, no en la profesión, así que mejor dejalo ahí.
Mía, Paulina y Manuela: tres bellezas distintas para una misma profesión y un mismo sueño: “Ser felices con lo que nos toque en la vida”.
“Soy de las que lloran por todo, igual que mamá. Todo me pasa por la emoción. Cuando siento que tengo algo para decir, no puedo callarme” (Mía)
“Para mí, Juanita es una buena referencia, aunque tal vez trataría a la prensa de una manera distinta. Además, preferiría no salir con alguien famoso” (Manuela)