En la noche del jueves 1 de septiembre se conoció el fallecimiento del ex juez federal de la Nación, a los 70 años de edad debido a un desmejoramiento en su cuadro de salud, luego de haber contraído el virus del coronavirus meses antes. Fue conocido en el país por llevar adelante causas de fuerte repercusión política que tuvo involucrado a los ex presidentes Carlos Saúl Menem, Cristina Fernández y Mauricio Macri.
Sin embargo una faceta poco conocida e indagada fue la de su infancia. Norberto Oyarbide, nació el 1 de enero de 1951, en la localidad de Concepción del Uruguay, Entre Ríos. Desde niño siempre supo guardar secretos. Su padre Gregorio Mario Oyarbide era según definido por el propio Oyarbide un “galán” en la pequeña localidad de Villa Elisa, donde viviría hasta 1971.
“Tenía 5 años cuando descubrí a mi padre robándole un beso en la boca a una dama que no era mamá”, dijo el juez en una entrevista al diario La Nación. Desde ese acontecimiento su padre le prohibió emitir palabra a su madre de lo que ocurría muchas de las noches que desaparecía tras sus borracheras.
“Mi padre era alcohólico. Si bien no la castigaba ni a mi madre ni a mí, a mí me avergonzaba verlo llegar ebrio a casa”, aseguró Oyarbide quien a raíz de esta situación siempre intentó “perfeccionarse” en todo lo que hizo para “salvar la dignidad de su familia”.
La carta de Norberto Oyarbide de niño que predijo su futuro
Desde que empezó la escuela primaria siempre fue un alumno ejemplar. En una publicación del año 1963 del diario “Aleteos”, que realizó el Club Escolar de la Escuela Nº 5 “N. Rodríguez Peña” al que asistía, el mismo se describió, en una composición titulada “El futuro en tus manos”, de la siguiente manera:
“Joven, sano, lleno de vida, no temo al futuro.
Me siento capaz de aprender y abrirme camino en todo aquello que sea para mi bien y el de mis semejantes.
Nada deshonesto me atraerá, ni vencerá.
Seré fuerte y laborioso, honrado y bondadoso, optimista y ansioso de saber y ser útil a mis conciudadanos para alegría de mis padres a quienes colmaré de inmensas satisfacciones…
Mi futuro será amplio y claro y mi frente nunca será inclinada bajo el peso de una falta que pueda avergonzarme"
Su llegada a la capital fue con una mano atrás y otra adelante, con un único objetivo, realizarse profesionalmente. Si bien quiso ser médico, por aquel entonces para entrar a la universidad se necesitaba un título bachillerato o maestro, por lo que siendo perito mercantil no calificaba. Por eso, mientras trabajaba limpiando pisos en empresas de seguridad del centro porteño se inscribió a la carrera de derecho.
Vivió durante algún tiempo en el barrio de San Cristóbal, con el dinero justo para pagar el cuarto en el que vivía y alimentarse. En el año 1976 entró en el Juzgado Correccional N°6 como auxiliar sin sueldo,este sería el primer gran envión para una vida de larga trayectoria en el mundo judicial de más de 40 años.
Sin lugar a dudas, la vida lujosa que lo esperaba en los próximos años jamás la imaginó, pudiendo llegar a pagar $7500 dólares al mes un anillo de oro y tomando grandes cantidades de champagne en todos los eventos que asistía cada semana, rodeado de famosas figuras del espectáculo y el mundo empresarial.