Vivir en uno de los edificios más altos y exclusivos de Nueva York puede ser para sus habitantes un verdadero dolor de cabeza. Es que más allá de sus lujos, los vecinos reclaman por problemas estructurales, los que comúnmente se dan en cualquier consorcio de cualquier parte del mundo.
La torre, de casi 427 metros de altura, situada al 432 de Park Avenue de Manhattan, desde su inauguración siempre fue sinónimo de millones de dólares, pero en la actualidad significa problemas y mala convivencia entre los vecinos.
Algunos de los dueños de los penthouses son reconocidas figuras o actores y actrices de Hollywood. Por ejemplo, el del piso 96 se vendió en 2016 por casi 88 millones de dólares a una empresa que representa al magnate saudí Fawaz Alhokair. Y en 2018, Jennifer López y Alex Rodríguez compraron allí un departamento de 372 metros cuadrados por 15,3 millones de dólares y lo vendieron un año después.
A menos de 10 años de su inauguración, la lista de los desperfectos en los interiores de los rascacielos neoyorquinos es larga. Van desde problemas de plomería, desperfectos constantes en los ascensores, paredes que se rajan, hasta su descomunal altura.
Así, los reclamos por las fallas estructurales en la construcción comenzaron a llover y los vecinos lanzaron sus reclamos a los desarrolladores del proyecto, los que a su vez generaron incomodidades y situaciones desafortunadas entre ellos mismos.
Al respecto, Lendlease -la empresa que gerenció la construcción- expresó a través de un comunicado que están "en contacto con los desarrolladores por algunos comentarios que han recibido de los residentes y que ya están siendo evaluados".