Hace tres meses rompió el silencio después del video íntimo que grabó con su ahora ex novio Martín Vari y que se filtró por la web, alcanzando picos de “audiencia” que envidiaría cualquier programa de tevé. Desde Cerdeña, Italia, abrió su corazón a GENTE, contó cómo se sentía y puso en duda su regreso a la Argentina. “Voy a tomarme todo el tiempo que sea necesario para recuperarme, y luego poder seguir adelante”, confesaba Silvina Luna (31). Y haciendo honor a aquello de “lo que no mata, fortalece”, volvió después de pasar dos meses en Ibiza. Lo hizo con perfil bajo, pero a lo grande: un novio nuevo –el DJ Manuel Desrets (21)– y un vuelco en su carrera, encaminada cada vez más hacia la actuación.
Proyecto 1: Protagonizó la ficción web Combinaciones 2 –que se podrá ver por la página de Clarín–. Proyecto 2: En tele grabó La invitada, un capítulo del unitario Maltratadas, para América, co-protagonizando junto a Natalia Lobo y Diego Alonso. Proyecto 3: Comenzó con el rodaje de la película Vagoneta en el mundo del cine, dirigida por Maxi Gutiérrez, con un elenco de grandes actores –Guillermo Francella, El Puma Goity y Gastón Pauls– y estreno previsto para marzo de 2012. Proyecto 4: Será cabeza de compañía en Mar del Plata en la comedia Delicadamente inmoral, de Gerardo Sofovich. Proyecto 5: Charlas con El Trece –de las que aún no se puede contar nada, ¡top secret!– para una tira el año que viene. Además, la chica de la agencia Life Chekka (representada por Mauricio Catarain y Sebastián Darcyl) protagonizó la campaña primavera-verano de Solnicki Sisters.
–¿Cómo sentiste la vuelta después del hecho del video, que te dejó en un lugar tan expuesto?
–Bien. Es algo que ya pasó y que en su momento lo hablé. Primero recorrí Italia y Francia, después regresé unos días a la Argentina por trabajo, me volví a ir y me instalé en Ibiza por dos meses. Ahí pude relajarme y descansar.
–Y encontrar el amor... ¿Estás de novia?
–No, con Manuel nos estamos conociendo. Es algo muy reciente.
–¿Estás feliz?
–Estoy bien y muy contenta en lo profesional y lo personal. Es lindo el estado de balance de esas dos cosas.
–Volviste con toda la carne puesta sobre el asador de la actuación. ¿Siempre buscaste ese camino?
–Lo vengo buscando hace rato, pero todo proceso lleva su tiempo: que te vean, que confíen en vos. Sabía que a la larga o a la corta se iba a dar. Además, vengo de otro palo.
–¿Renegás de ese otro palo?
–No. Todo lo que recorrí fue interesante, me dejó algo bueno y aprendí. En Rosario, de chica, trabajaba de modelo y estudiaba teatro, que era lo que amaba. A los 17 me vine a Buenos Aires, medio kamikaze, sin un mango y a una pensión. Salió la chance del reality y lo vi como un trampolín para hacerme conocida. Después, la verdad es que no tuve posibilidad de elegir... Me fue llevando la ola, quizá por sitios que no tenían tanto que ver conmigo, pero era lo que había y me permitía vivir. De a poco fui buscando mi eje. Estoy en una búsqueda constante.
–¿Qué buscás?
–El cambio, constantemente; no me da miedo. Soy bastante exploradora, me gusta investigar. Obviamente, un cambio que me lleve a estar mejor.
–¿Por eso le dijiste que no a Gran Hermano?
–Estar en la pantalla de Telefe da repercusión. Me sirvió mucho. Estoy súper agradecida de que me volvieran a convocar, pero para mí GH es un ciclo que ya pasó. Hoy quiero seguir en la línea de la actuación, que es donde fluyo mejor.
–¿Cuál de tus proyectos es el que más te gusta?
–Cada uno tiene un toque especial. Es la primera vez que hago cine y me parece una buena oportunidad. Maltratadas era un gran desafío, y está bueno que me convoquen, para demostrar que además de comedia puedo hacer otros roles. También tenía ganas de hacer teatro, porque hace mucho que no voy a Mar del Plata. Soy cabeza de compañía. Me cerró toda la propuesta, económicamente también.
–Dijeron que con lo que ganabas con Gerardo te comprás un departamento.
–Cerré un buen acuerdo, pero nunca hablo de plata.
–¿Cómo te proyectás en unos años?
–En algún momento voy a dejar Buenos Aires: no me veo mucho tiempo viviendo acá. Odio la rutina, y si me quedo mucho tiempo me desestabilizo. Por eso viajo: soy hippie, siempre me mudé mucho. Viví en Rosario, Buenos Aires, un año en Miami, medio en Hawai, unos meses en California... Viajar es una pasión, pero también una inversión. Por eso trabajo: para poder viajar.
–¿Dónde harías base?
–No sé... Tal vez Ibiza... Me gusta el calor, para ir cuando acá hace frío. No está en mis planes ser mamá pronto, pero me gustaría criar a mis hijos en un lugar así, en contacto con la naturaleza y sin la contaminación de la ciudad. Igual trato de no ponerme rótulos, porque no sirve de nada: llega el momento y hacés todo al revés.
–¿No te imaginás tu futuro?
–No me pongo una lista de mandamientos: trato de vivir el día a día. No soy de las que dicen “nunca haría eso” o “cuando me pase tal cosa voy a hacer tal otra”. Trato de no juzgar al otro, porque tal vez uno critica y más tarde te toca estar en ese lugar. Es una fórmula que tomé hace poco... Hay que ver a dónde te va llevando la vida. 
La actriz de la empresa Life Chekka regresó al país y se la juega al todo o nada en la actuación. Le dijo que no a Gran Hermano y estaría en charlas con Adrián Suar para sumarse a una tira en El Trece.
“Con Manuel nos estamos conociendo. Estoy bien y muy contenta en lo profesional y lo personal. Es lindo el estado de balance de esas dos cosas”
Sale desde hace un par de meses con Manuel Desrets, DJ platense de 21 años. A pesar de que dicen que se están conociendo, Manu ya tiene el título en Facebook de “tiene una relación con” Silvina. ¿Cómo fue la historia de amor? Ya se conocían, pero se reencontraron en Ibiza. El DJ estaba viviendo en España: allí, en la Universidad de Barcelona, estudió música electrónica. Ahora volvió (¿para acompañar a su chica?) a pasar música en la disco Mute, de Las Cañitas.
