La periodista, que analizó la primera contienda verbal entre los candidatos a presidente, fue terminante con sus colegas que aceptaron participar: "Si me convocan para ser sólo una maestra de ceremonias, me voy a mi casa".
Ya le había dicho a GENTE que, a pesar de darlo como ganador del debate, "ese dedito de profesor universitario de Alberto Fernández, sumado a su postura de ganador, redunda en un pseudo autoritarismo". También, que "estábamos ante un Macri más deprimido que cuatro años atrás, cuando llegó y se comió la cancha, porque en el 2015 ganó su debate. Ahora, si bien sabía que tenía que dar muchas explicaciones, desde lo visual tenía unas ojeras imposibles de tapar y una actitud de cierto dejo de tristeza". Que "Del Caño me desilusionó, porque desde la izquierda podía meter el dedo en la llaga diez veces más. Comparado con (Gabriel) Solano, el candidato del Frente de Izquierda en la Ciudad de Buenos Aires que vimos el jueves en el debate porteño, quedó como un tibio". Y que "Lavagna fue el que menos palabras usó: regaló 30 segundos en un bloque como si no tuviera más para decir. Posiblemente esté en otra época. Se le notó la edad, que es un tipo mayor. Sigue teniendo mucha lucidez en determinados conceptos, pero me defraudó". Pero al terminar la charla, la periodista de Crónica TV y la AM990 se metió con sus colegas que oficiaron de moderadores.
Hace unos días, en referencia a Viviana Canosa (que estará como moderadora en un eventual ballotage), dijo: "¿Quién la eligió ? ¿Por qué está ahí? Hace 10 minutos hacía espectáculos, no se la asocia con la política". Pero esta vez fue más allá.
–Criticaste la designación de Viviana Canosa como moderadora. Viendo ayer a María Laura Santillán, Rodolfo Barili, Guillermo Andino y Gisela Vallone, ¿qué te parecieron?
–Yo me autoexcluí porque no puedo moderar nada, ni siquiera en mi casa, así que no te hablo desde el lugar de “no me eligieron”. ¡Pobre gente! Si me llaman y me convocan para ser sólo una maestra de ceremonias, me voy a mi casa. Fueron celadores. Esto de advertir cuando sonaba la chicharra... ¡Pero callate la boca! ¡Dejalos seguir diez segundos más!
–A los candidatos que se pasaban les bajaban el volumen...
–Bueno, pero salir a decir “se acabó el tiempo, se acabó el tiempo” es triste, muy triste. Para el rol que tuvieron, podrían haber puesto a Arturito, o a una computadora, y listo.
