La joven presa por el asesinato de Fernando Pastorizzo en Gualeguaychú, habló por primera vez sobre el polémico muñeco que encontraron en su celda en el Penal de Mujeres de Paraná hace una semana.
Hace un semana se conoció la noticia que el grupo de celadoras de la cárcel de mujeres de Paraná, Entre Ríos, había encontrado un muñeco en la cárcel en donde se encuentra Nahir.
El muñeco de tamaño real, vestido con un pantalón y una campera con capucha estaba colgado en el interior de la celda, junto a la pared. Personal penitenciario lo encontró cuando pasó por la celda de la joven, y dio aviso inmediato a las autoridades: el muñeco fue confiscado y una imagen del mismo fue incorporado a un sumario judicial, en el que se investiga a tres personas, entre ellas a la propia Nahir Galarza.
Nahir, la joven de 21 años condenada a prisión perpetua por el asesinato de Fernando Pastorizzo, continúa privada de su libertad en la Unidad Penal de Mujeres de Paraná presa por el asesinato de Fernando Pastorizzo en Gualeguaychú, se refirió al polémico muñeco que encontraron en su celda. Ella negó que el objeto haya sido parte de un plan de fuga y hasta se río de ello: "Era un chiste, una joda".
La homicida reveló que una noche, junto a otras dos compañeras del pabellón, comenzaron a jugar con una "máscara que hizo una de ellas en el teatro". "Una fue y la puso puso encima de un palo de escoba y jodía con eso. Ahí me enganché yo también y le empezamos a agregar cosas, ropa, el palo de la palita de la basura...", contó.
Luego, reveló que la intención era asustar a una del grupo "que se levanta todas las noches a comer". "Dijimos: 'Ahora cuando se levante... ¡el susto que se va a pegar!'. A todo esto, nos estábamos riendo que no sabés... Porque apagábamos la luz y daba miedo en serio, hasta a nosotras. Porque al ser del tamaño de una escoba, era alto", relató divertida a un portal de Paraná.
Sin embargo, la broma se vió frustrada: "En el recorrido de la guardia, nos hicimos las dormidas. La penitenciaria vio el maldito muñeco y chau. Lo agarró y se lo llevó", detalló Galarza.
Sobre la repercusión durante la mañana siguiente, precisó: "Esperábamos que nos llamaran o nos dijeran algo, pero como no pasó nada, fui yo a hablar con la oficial de tratamiento a preguntarle qué había pasado, porque tenía ropa de todas encima". Y explicó: "Nos dijeron que se lo llevaron porque no se pueden hacer muñecos en el penal. Y yo le dije que era un chiste, que era una broma, que no sabíamos que no se podía. Ahí me devolvieron el muñeco adentro de una bolsa y chau, se terminó el problema".
"En los medios nacionales se armaron toda una historia. Porque después de eso la oficial que estaba de servicio ese día le sacó una foto, ella fue la que difundió la foto y armó todo el escándalo, porque si no, no se enteraba nadie", afirmó.
Además, manifestó que, desde el polémico episodio, reforzaron la seguridad en el penal: "Se pusieron todos re paranoicos. Acá tenemos la reja y la puerta, y ahora a la puerta le ponen llave también. Ni a mí se me hubiera ocurrido lo de la fuga, fue un chiste, nos cagábamos de risa acá con mis compañeras. Ahora me tengo que aguantar que estén todos encima mío. Porque, literal, cruzo la calle y de cuenta que cruza el Presidente, más o menos".
Finalmente, se refirió a su relación amorosa con Matías Coudana: "sigue todo bien, como siempre". "Me viene a visitar, al salón de visitas que tenemos las del pabellón de seguridad. Si supuestamente es él el que va a venir a buscarme para fugarme", concluyó entre risas.
Previo a las declaraciones de la asesina, sus padres ya habían negado antes los medios cualquier intento de fuga.