La muerte de Goo se suma a la trágica lista de decesos de artistas de este estilo de música, que viven sometidos a una gran presión por parte de las productoras musicales.
Goo Hara perteneció al grupo de K-pop Kara, al que se unió en 2008. Más tarde en 2015 debutó como solista con su primer álbum Alohara (Can You Feel). También había participado en la serie de televisión surcoreana de acción Cazador de la ciudad.
Ayer, la policía encontró el cadáver de la joven en su casa de Seúl a las seis de la tarde (hora local coreana) y está investigando los hechos. El pasado mes de mayo la artista fue hospitalizada tras un intento de suicidio, según cuenta BBC. La pasada semana Goo, de 28 años, había regresado a los escenarios.
La muerte de Goo se suma a la trágica lista de decesos de artistas de este estilo de música. El pasado mes de octubre la cantante Sulli, de tan solo 25 años, se suicidó en su casa de la capital surcoreana. En marzo Seo Min-woo, líder de la banda K-pop 100%, sufrió un infarto a los 33 años. En 2017, Kim Jong-Hyun, cantante de la formación Shinee, también se suicidó a los 27 años. “Estoy roto por dentro. La tristeza que me devoró lentamente finalmente me tragó entero. No pude superarlo”, dejó escrito Jong-Hyun.
Los artistas de K-pop viven sometidos a una gran presión por parte de las productoras musicales. Se les impone un programa de formación con clases de canto y baile. Se estudia su imagen, su dieta e incluso los tratamientos de cirugía a los que se someten. Los contratos con las productoras controlan hasta la vida personal de los artistas y en algunos casos les obligan a permanecer solteros.