Durante el rodaje de Jocker fue pésima la relación entre Joaquín Phoenix y Robert de Niro, y nunca se hablaron. Pero esta semana fue acusado de abuso verbal y discriminación de género por una ex asistente, y le reclaman 12 millones de dólares por salarios perdidos y daños.
Los problemas de Robert De Niro comenzaron hace tiempo. Pero a días de estrenar Jocker saltaron los problemas que hubo entre Joaquín Phoenix y la estrella de Taxi Driver que comenzaron poco antes del rodaje. De Niro, de 76 años, quería reunir a todo el reparto para ensayar el guión en una mesa de lectura, algo a lo que se oponía frontalmente Phoenix, porque prefiere “dejar que las cosas sucedan” durante la grabación, y evitar los ensayos previos con el resto del elenco. Finalmente la pelea la ganó De Niro.
“Pero el primer día de rodaje nos dimos los buenos días y más allá de eso, no recuerdo si hablamos más. No me gustaba hablar con él en el set”, contó Joaquin Phoenix. “No había necesidad de hablar de nada con De Niro, simplemente dijimos, “Vamos a hacer el trabajo. Que los personajes se relacionen entre sí”. Esto lo hizo más simple y no hablamos. No había razón para hacerlo”. A pesar de sus diferencias, los dos aseguraron que no existe enemistad ni acritud entre ellos.
El otro gran conflicto que tiene es con Graham Chase Robinson, quien aseguró que Robert De Niro la sometió a "contactos físicos no deseados", que le dedicó repetidos comentarios ofensivos y que fue obligada a hacerse cargo de tareas domésticas que no se requerían a empleados masculinos. Entre otras cosas, Robinson dice que el actor le hizo rascarle la espalda, abrochar sus camisas y lavarle ropa a mano. Según la demanda, presentada en un Tribunal Federal de Nueva York y a la que han tenido acceso varios medios, Robinson también vio cómo la estrella de Hollywood insistía en pagarle menos que a compañeros hombres pese a que tenía mayores responsabilidades. Por este motivo Graham Chase Robinson pide ser compensada con al menos 12 millones de dólares por salarios perdidos y por daños, y acompañó su escrito de un furioso mensaje de voz que De Niro supuestamente dejó en su teléfono en una ocasión. La demanda llega después de que el mes pasado la empresa del actor, Canal Productions, acusase a la antigua empleada de haber usado la tarjeta de crédito de la compañía gastos de más de 12.000 dólares en un restaurante y unos 32 mil dólares en viajes de taxi y Uber.