Matthew Perry (53), es conocido mundialmente por su papel de Chandler Bing en la serie Friends de NBC, por la que obtuvo una nominación a los Emmy en 2002. A más de 20 años de este éxito televisivo, el actor decidió lanzar un libro con sus memorias titulado: Friends, Lovers and the Big Terrible Thing. Donde detalla su viaje en este mundo, lleno de momentos increíbles y demoledores.
"Quería compartirlo cuándo estuviera a salvo de volver a entrar en el lado oscuro de todo", comenzó diciendo en una entrevista a la revista People, que fue la portada de la semana. "Tuve que esperar a estar bastante sobrio, y lejos de la enfermedad activa del alcoholismo y la adicción, para escribirlo todo. Y lo principal era que estaba bastante seguro de que ayudaría a la gente", continuó.
Perry abre sus memorias con la revelación de que casi muere hace cuatro años atrás, a sus 49 años de edad, debido a que en ese momento sufría de una perforación gastrointestinal. El actor había pasado semanas luchando por su vida después de que su colon estallara por el uso excesivo de opioides. Pasó dos semanas en coma y cinco meses en el hospital y tuvo que usar una bolsa de colostomía durante nueve meses.
Cuando ingresó por primera vez en el hospital, "los médicos le dijeron a mi familia que tenía un 2 por ciento de posibilidades de vivir", recuerdó. "Me pusieron una cosa llamada máquina ECMO, que hace toda la respiración de tu corazón y tus pulmones. Y eso se llama Ave María. Nadie sobrevive a eso", exclamó agradecido y sorprendido de poder estar hoy llevando una vida normal.
La primera vez que Perry participó de Friends, a los 24 años, su adicción al alcohol apenas comenzaba a surgir. "Podía manejarlo, más o menos. Pero cuando tenía 34 años, estaba realmente metido en muchos problemas", admitió. "Pero hubo años en los que estuve sobrio durante ese tiempo. La temporada 9 fue el año en el que estuve sobrio todo el tiempo. ¿Y adivinen en qué temporada me nominaron a mejor actor? Pensé: 'Eso debería decirme algo'", afirmó.
En un momento aterrador durante su reinado de Friends , Perry estaba tomando 55 Vicodin al día y llegó a pesar 59 kilos. "No sabía cómo parar", dijo. "Si la policía viniera a mi casa y me dijera: 'Si bebes esta noche, te vamos a llevar a la cárcel', comenzaría a empacar. No podría parar porque la enfermedad y la adicción son progresivas. Entonces se pone peor y peor a medida que envejeces", reveló sobre la enfermedad que sufren miles de personas alrededor del mundo.
Aunque Perry trató de ocultar su condición, los cambios dramáticos en su apariencia cada año reflejaban su estado de sobriedad. Sus compañeros de reparto "fueron comprensivos y pacientes", confesó. "Es como los pingüinos. Los pingüinos, en la naturaleza, cuando uno está enfermo o cuando uno está muy herido, los otros pingüinos lo rodean y lo sostienen. Caminan alrededor de él hasta que el pingüino puede caminar solo. el elenco hizo por mí".
Si bien el hombre prefirió no revelar cuánto tiempo ha estado sobrio actualmente, aseguró que todavía cuenta cada día. "Es importante, pero si pierdes la sobriedad, no significa que pierdas todo ese tiempo y educación", enfatizó. "Tu fecha de sobriedad cambia, pero eso es todo lo que cambia. Sabes todo lo que sabías antes, siempre que pudieras luchar para recuperarte sin morir, aprendes mucho", aseguró, sobre una realidad oculta de recaídas.
También tiene sus cicatrices: hasta ahora ha tenido 14 cirugías en el estómago. "Son muchos recordatorios para mantenerse sobrio", dijo y agregó: "Todo lo que tengo que hacer es mirar hacia abajo".
Perry también habló sobre las personas que lo acompañaron en este proceso para estar limpio de cualquier tipo de drogas. "Mi terapeuta dijo: 'La próxima vez que pienses en tomar Oxycontin, solo piensa en tener una bolsa de colostomía por el resto de tu vida'", rememoró Perry y añadió: "Fue entonces que se abrió una pequeña ventana y me arrastré a través de ella y ya no quiero más Oxycontin".
Ahora Perry está más decidido que nunca a tratar de ayudar a otros que también han luchado contra la adicción y en esto profundizan el resto de los capítulos de su libro. "Había cinco personas conectadas a una máquina ECMO esa noche y las otras cuatro murieron y yo sobreviví", revivió entre lágrimas la estrella de Hollywood. "Así que la gran pregunta es ¿por qué? ¿Por qué fui yo? Tiene que haber algún tipo de razón", se preguntó en voz alta.
Para aquellos que lean el libro, "creo que se sorprenderán de lo mal que se puso mi vida en ciertos momentos y lo cerca que estuve de morir", dijo el querido personaje. "Digo en el libro que si muriera, impactaría a la gente, pero no sorprendería a nadie. Y vivir con eso da mucho miedo. Así que espero que la gente se identifique con eso y sepa que esta enfermedad ataca a todos. No importa si tienes éxito o no, a la enfermedad no le importa (...) Soy un tipo extremadamente agradecido. Estoy agradecido de estar vivo, eso es seguro. Y eso me da la posibilidad de hacer cualquier cosa", concluyó.
