El actor de Separadas explicó por qué no se suma a ShowMatch: “No lo sentía ni siento”.
"Ahora Cami (Cavallo, su pareja), que acaba de destetar a su hija luego de dos años y siete meses, comienza a retomar la publicidad. Me encanta que vuelva al ruedo. Pongo su carrera al nivel de la mía. Debe hacer lo que le gusta, como la danza. El año pasado tomó cuatro horas de clases por semana. En 2019 nos reunimos con Marcelo (Tinelli), el Chato (Prada) y Fede (Hoppe) por el Súper Bailando, y hasta probamos con un ensayo. Al final no se dio”, le cuenta Mariano Martínez a GENTE.
"Ella sabe que yo no lo sentía ni siento. Y mirá que en la época del ofrecimiento venía sufriendo altibajos. No trabajaba desde ADDA (Amar después de amar, 2017) y Sola (película que rodó con Araceli González en 2018). Había comprado en dólares los derechos de Querido hijo (Dear Lupin: Letters to a Wayward Son, de Roger Mortimer), una obra inglesa que iba a dirigir Norma Aleandro y donde yo compartiría escenario con Pepe Soriano. El proyecto se cayó, y ahí llegó el ofrecimiento de ShowMatch", cuenta sobre la primera vez que lo intentaron seducir.
"Me costó una barbaridad decirle que no a un ciclo cargado de talento, que lleva quince años al tope del rating argentino. No fue nada fácil, porque no tenía red y las cuentas seguían entrando por debajo de la puerta. Pensé en mi futuro, en mi carrera. Y cuando nos bajamos llegó Rodrigo Fernández Engler ofreciéndome protagonizar mi película número once, Yo, traidor (Ésta es la historia de todos nosotros, de próximo estreno). Me mandó el guion, lo leí en un vuelo a Asunción y acepté sin dudarlo. Con el diario del lunes es fácil pero...", expliza sobre el por qué de su decisión.
"Este año volvieron a llamarnos para el Bailando. Ahí quedó, si bien lo agradezco y lo agradeceré eternamente: otra vez prioricé elegir con la seguridad que da la libertad de creer hacer lo correcto", cierra.
Fotos: Christian Beliera.