Mara Hollmann Grecco nació con una malformación genética que afectó su corazón. Hoy, luego de tres intervenciones, encabeza la lista del INCUCAI para transplante cardíaco pediátrico.
"Estamos a la espera de ese ángel donante", dice con esperanza Gerardo Hollman. Desde hace unos meses él, su esposa Analía Grecco y sus hijas Maitena (8) y Mara (3) se mudaron de Paraná (Entre Ríos) a Buenos Aires. "Nos dijeron que por estar en la lista de Emergencia Nacional A del INCUCAI, debíamos mudarnos cerca del centro de salud donde se realizará el procedimiento porque en el orden que ella está, en cuanto aparece el posible donante te llaman y se realiza el procedimiento".
La historia empezó hace más de tres años. Cuando Analía transitaba el quinto mes de embarazo su obstetra detectó una cardiopatía en el bebé. La derivaron a un cardiólogo infantil y él le recomendó viajar a Buenos Aires para atenderse en el Hospital Italiano. En esa institución le hicieron los controles previos al parto que debía hacerse en una institución que tuviera determinados servicios.
"Mara nació en el Hospital Italiano. Es paciente del equipo de cardiología de la institución y su cirujano es Jorge Barreta, cirujano cardiovascular infantil", cuenta Gerardo. Mara ya tuvo tres cirugías a corazón abierto: una a los 9 días, otra a los 10 meses y la tercera justo una semana antes de cumplir los tres años. "Las dos primera fueron paliativas para darle tiempo y calidad de vida. La tercera fue de reconstrucción. Las tres intervenciones fueron exitosas. Cada una fue cumpliendo con el propósito que el equipo médico tenía.
Sin embargo, cinco meses después de esa intervención se le encontró esta insuficiencia en su ventrículo izquierdo", relata y sigue: "Le hicieron estudios, estuvo un mes internada en observación para intentar encontrar la causa y sólo lograron determinar que esta insuficiencia era producto de una malformación congénita que arrastra desde su concepción y termina en la necesidad de un trasplante cardíaco".
El equipo del Hospital Italiano realizó un ateneo para tratar el caso de Mara y la conclusión fue que era necesario un transplante. Gerardo y Analía hicieron los trámites para inscribir a Mara en el INCUCAI y debido a su complejidad, antecedentes y cuadro actual, "entró en emergencia nacional A para trasplante cardíaco pediátrico".
"Dentro del camino desagradable que nos toca transitar, Mara se encuentra en muy buen estado físico y óptimas condiciones", cuenta Gerardo. "Queremos contar nuestra historia, lo que nos está pasando y lo que necesitamos hoy. No es un pedido expreso por Mara sino que deseamos generar conciencia en torno a la donación de órganos, especialmente la donación pediátrica", explica. Señala que la llamada Ley Justina ha causado un gran impacto, pero "la donación pediátrica sigue teniendo mucho impedimento por cuestiones legales. Todavía se necesita el consentimiento de uno de los padres y, en el caso de estar ambos, si uno no está de acuerdo prevalece esa postura. También es mucho trabajo hacerlo ante accidentes traumáticos: aun si ambos padres están de acuerdo, no se puede hacer sin autorización de la fiscalía que está de turno en el caso", detalla.
Su propuesta es hablar de donación pediátrica, "necesitamos de la solidaridad de todos", dice mientras comparte sus inquietudes, su mezcla de desesperación y esperanza, desde un corazón para Mara. #DonarEsVida, #HablemosDeDonacionPediatrica y #LosOrganosNoVanAlCielo son los lemas que eligió para promover el debate en torno a este tema.
"Queremos llegar a todos lados para que se entienda que los órganos no van al cielo. Se quedan en la tierra y pueden generar vida", concluye con la esperanza de que aparezca un "ángel donante".